El domingo pasado, la lectura del Evangelio; estaba tomada de Lucas, 7. 36ss
El texto conocido de memoria, creo que por la mayoría; tal vez por eso, por haberlo, oído tantas veces, y, leído, no había caído en la cuenta, de cosas que dice, que no me cuadran, y, me voy “contra los traductores”
“Dice Jesús, ¿Quién le amará más?
A lo que responde el fariseo, “Supongo, que aquel, a quién más se le perdono”; respuesta, que en el texto; Jesús da por buena
Pero es que a mi, no me cuadran las cuentas, por varias razones; primera porque el amor es algo personal, si yo debo 100 € a una persona, y, me los perdona, pues claro que le estoy agradecida, que aumenta mi cariño, por ello; pero no menos que si, lo que me perdona, son 1.000 €; sobre todo, si yo, era incapaz de realizar el pago, tanto en un caso, como en otro; y, del no hacerlo, se derivaban consecuencias graves; pero el agradecimiento, tal vez incluso fuese mayor en el primer caso; mi abuela decía, “ no hay deuda pequeña”; si el acreedor es grande; pensemos en la deuda a un banco, que por cien euros, te ponen en la calle. Es más fácil, podría argumentar reunir los cien euros que los mil, no siempre
Entonces, para mi, lo que yo veo, que quiere decir el texto, no es, que amé más, él que se le perdono más, porque además casi, es una incitación, a tener “deudas”; y, como por otro lado, uno, no manda en su corazón, ni en el del vecino, no puede decir, si este te ama asi, yo, asa.
Si, no, cuando uno es consciente de que ha sido perdonado, por quien tenía todo el derecho a cobrar la deuda; uno no puede más que amar, a quién le perdono; y, como sabe que su deuda, siempre será grande, sobre todo, si no podía pagarla; ese amor, será grande, claro esta, si uno piensa, que lo condonado, era una tontería; pues no le dará mayor importancia, de ahí, que muchos que hoy son santos, y, canonizados, diesen más importancia al pecado venial, a que Dios, se lo perdonase, que otros al mortal, porque si lo veían como una deuda, que había sido cancelada por pura Gracia
Sigo con el texto
“Por eso, te digo, que le son perdonados, sus muchos pecados, porque amo mucho, pero al que poco se le perdona, poco ama”
De nuevo difiero del traductor, y, justo en la frase, “al que poco se le perdona, poco ama”
Y, pienso en Santa María, criatura humana, llena de Amor de Dios, desde el comienzo de su existencia; pero que nunca preciso, el perdón, según la frase de Lucas, al no habérsele perdonado; su amor, sería menor; y, eso no es así
Por eso, pienso que lo que, quiso decir Lucas, es que, cuando uno ha sido perdonado, cuando damos de nuevo entrada, en nuestro interior, al Amor de Dios; ese Amor, se traduce al exterior, en amor a Dios, y, a los demás por él, amamos porque Dios nos amo, y, como dice Pablo, nos amo, siendo pecadores, y, nos sigue amando, siéndolo, y, en la medida que uno sea consciente de quién es; será su amor, al que, le amo, y,le ama eternamente
Un abrazo
Maite
“Mirad que vengo, y, conmigo mi recompensa”
Yo creo que en este caso la dificultad proviene sólo a medias de los traductores... los pobres tienen que lidiar a veces con un texto escurridizo.
En particular, el verbo que utiliza el texto es "agapao", amar. Es un verbo difícil de traducir, por un lado abarca un conjunto de sentimientos y actitudes más amplios que en castellano, por el otro quién sabe qué expresión aramea habrá dicho Jesús.
En español -y creo que en general en los idiomas modernos- con "amar" nos referimos más a la afección del alma, a lo que siente el que ama, mientras que el primer sentido de "agapao", aunque es "amar", se refiere más a la actitud exterior: tener afecto por algo, demostrar afecto por algo.
En cuanto a lo segundo, el P. Schökel piensa que el verbo arameo original es brj, el mismo de "bendecir" (baraj), precisamente en cuanto hace referencia al gesto externo.
Es decir, para no hacerla muy complicada, que se podría traducir la frase de 7,42 como: "¿quién de los dos le mostrará más afecto?" o "¿quién de los dos le agradecerá más?". De hecho Fitzmeyr (uno de los grandes especialistas en Lucas) traduce: "¿cuál de ellos deberá mostrarle más amor?", es decir que aunque no renuncia al verbo amar, trata de explicitar lo que está implícito: que se trata de las manifestaciones del amor, no del sentimiento.
El contexto es precisamente el de ciertas efusiones de cariño que con mucha libertad se toma la pecadora.
A mí la verdad es que no me parece incorrecto el planteo de la parábola: por más que una deuda sea chica o grande según el poder adquisitivo, también es verdad que hay cantidades muy grandes para casi cualquiera. Es difícil saber hoy a cuánto equivalían en concreto, en poder adquisitivo, 50 denarios y 500 denarios, pero lo cierto es que la relación es 10:1, suficiente para establecer la medida de poco y mucho.
La otra frase, el v. 47. Lo primero es que creo que hay que dejar al lado la cuestión dogmática de la Virgen y su concepción inmaculada: cae completamente fuera de la persepctiva de Jesús, o de Lucas, hacer un tratado dogmático sobre el perdón; está dando una ecuación que tiene que verse claramente en su entorno. Pero para no dejar fuera cuestiones, yo no creo que se pueda decir que a la Virgen no se le perdonó nada: su Concepción Inmaculada es por los méritos de su Hijo, no de ella misma; Dios aplicó en ella por anticipado el fruto de la redención, es decir, el perdón completo y total de la naturaleza humana. Si alguien hay que recibió un perdón más grande que el resto fue precisamente ella... porque fue total y desde el instante cero. No sé, es un límite del lenguaje ponerse a hablar de estas cosas, pero como ves también en ese caso la frase de Jesús podría aplicarse.
De todos modos, la frase tiene un problema que ahí sí los traductores se las ven de figurillas. Porque tal como está parece que la causa del mucho perdón es el mucho amor, mientras que en el v. 42 se dice que al perdón sigue la muestra de afecto. Esta contradicción ha sido discutida desde la antigüedad, y no hay una respuesta única.
Yo me inclino a pensar que el uso del verbo "amor" es adrede ambiguo aquí, es decir, Lucas (o su tradición, ¡o el propio Jesús!) "juegan" con el doble sentido de toda la expresión: como ama se le perdona, y como se le perdona mucho, entonces demuestra mucho agradecimiento/amor...
La redacción misma es muy "evanescente", nada concreta. Creo que hay que entender simultáneamente dos cursos de pensamiento, como si hubiera dos ideas superpuestas y expresadas con las mismas palabras:
-Se ve que le han quedado perdonados sus muchos pecados, puesto que muestra tanto agradecimiento
-Tanto es lo que ama, que alcanza para perdonar sus muchos pecados.
A mí me parece que están las dos perspectivas, es decir, sobre la base de la primera, se entrevé la segunda, que es también la invitación a no esperar para amar, sino comenzar por ahí, ya que el amor alcanza por sí mismo el perdón de todo pecado.
-----------------
«A la Biblia le podemos hacer decir cualquier cosa y lo contrario» (P. Jordi) El criterio de su verdad es la caridad.
Abel; gracias, aunque no estoy de acuerdo, “en que no sepamos lo que dijo Jesús, no ves que tenemos el CD, con la grabación original; y, que el evangelio, fue dictado por, él mismo con puntos y, comas”
Dicho eso, para empezar con algo de broma, la verdad es que me has hecho ver muchas cosas; como espero que esto dure unos días; voy empezar por el final; por tu final, yo, ponía el ejemplo de María; desde luego, ni por asomo, pensé relacionar a Lucas con el dogma de la Inmaculada; pero si lo relacionaba yo, torpemente, consecuencias de decir en el padrenuestro, “ofensas” en lugar de deudas, por cierto, cuando rezo privadamente, digo; “deudas”. Al leer tu aporte, diciendo que la que más había sido perdonada, era precisamente, Ella; inmediatamente me vino a la mente, una frase del sacerdote, Salvador Múñoz, quien tampoco es partidario, “ de cambiar ofensas, por deudas”, ya me referí, al mismo, cuando hablamos del padrenuestro; él ponía como ejemplo precisamente a La Virgen; en el ejemplo al que alude, el texto evangélico, no se habla de ofensas, el señor que perdona; un tipo normal, no había sido ofendido, por los perdonados; simplemente le debían dinero; dinero que él tenía, ellos no, y, que se lo había prestado, yo, y, pienso no soy la única pensamos, en relacionar siempre el perdón con las ofensas, pero no tiene porque ser siempre a, sí; en el de la mayoría de nosotros pues si, bueno salvo La Señora, de la que estoy hablando ahora, todos, María, lógicamente no había recibido perdón, por pecados que nunca cometió, pero si fue llena de más gracia, y, dones que ninguna otra criatura, después de su hijo, que como hombre, es criatura, y, tanto ella, como el mismo Jesús, en cuanto Hombre, han recibido de Dios, y, están en deuda, Jesús, recibió el ser Dios; María, ser Madre de Dios, de ahí deriva todo lo demás; por eso, Jesús primero, María después, son las criaturas más llenas de Dios, del Amor de Dios; y, las que más han amado, y, aman.
La mujer del relato, estaba en deuda con Dios, porque le había ofendido, y, ella no podía resanar esa herida, pero se dejo, llenar del Amor de Dios, y, por eso, fue perdonada, lo que vieron sus gestos, no eran más que una manifestación, de lo que pasaba en su interior, amaba mucho, porque grande era su deuda; Simón el leproso, como un chico normal, pensó que él, pues era un dechado, se olvidaba, que también él tenía deuda con Dios, la salud, ya no era leproso; y, muchísimas más cosas, él también estaba en deuda; deuda que como todas las que tenemos con el Creador, era impagable, lo que pasa, es que le sucedía lo que nos pasa a todos los humanos, que no valoramos lo mucho que Dios nos ha dado, y, si a uno, le regalan un diamante, y, piensa que es un cristal su agradecimiento ira a la par
Un abrazo
Maite
“Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero”
Pues aquí, estoy de nuevo; el final de tu post, donde dices, que se le ha perdonado mucho, porque amo mucho; o, bien, que como se le ha perdonado mucho, muestra mucho amor.
Creo, que se explica también desde la perspectiva de San Pablo; San Pablo deja claro en multitud de sus cartas; Pablo, no olvido nunca; su antigua situación, pero tampoco olvidaba su presente, de hecho más de una vez, recuerda, todo lo que ha padecido por el evangelio, eso, si, deja claro, que no, él sólo, si no la Gracia de Dios, con él; y, al tiempo recuerda lo que habia sido, un perseguidor; es decir Saulo, habia sido un desastre, pero Dios lo había amado, hasta entregar por él, la vida de su Hijo; por eso ahora, Pablo respondia a ese Amor, pero no, porque fuese agradecido, buena persona, y, quisiese "pagar a Dios"; si no, porque el mismo Dios, desde dentro de Pablo, lo movía al Amor perfecto.
Es decir, Dios lo habia perdonado por amor, como el ejemplo de Lucas, que miren por donde fue si no me equívoco, discípulo de Pablo
Gracias a ese perdon, indulgencia, Pablo se lleno de la gracia de Dios, de Dios, por eso ahora Pablo amaba, mejor dicho, Dios amaba en Pablo
Lo mismo la mujer de Lucas
Es decir la conversión; no puede nunca reducirse, a un, " calentarle la cabeza al cura"
si la conversión, no se traduce, en actos que se vean; no hay tal, no hay conversión.
hace unos días, en el periódico local; uno de ellos, echaba un articulista la culpa de la corrupción, a los cristianos, y, por ende a los católicos, porque según el buen señor, que de sacramentos anda un poco perdido, los católicos pensamos, que podemos matar, robar, hacer lo que nos pete, y, después con arrodillarnos en el confesionario, listos para empezar de nuevo.
No, sé si habra ignoarantes, porque otro nombre, no se les puede dar, que piensen asi; enteramente erronéo, si asi fuera por otro lado, la religión católica sería la más falsa del mundo, pues sería cobertura del crimen
Muy al contrario, para que el perdón sea real; porque para contar rollos estan spsicólogos, y psiquiatras
Se requiere
arrepentimiento, y, sobrenatural, es evidente que si a mi, me pesa hacer una cosa, no tengo intención de volver hacerla
Proposito de enmienda. Es decir el compromiso, de poner los medios para evitar el traspies, por lo tanto, no hay perdón, si uno se confiesa para, seguir robando
Resarcir los daños causados, cuando el pecado ha sido contra el prójimo, si yo robo, tengo que devolver lo robado, si yo hiero, o, mato, tengo que reparar ese mal hasta donde pueda, si calumnie, idem
y, si no, naranjas de la China, por eso, el sacramento de la penitencia no es coladero para granujilllas, ni granujotes
Pero hay más, si yo he recibido el perdon de Dios, en el confesionario, Dios me ha llenado de su Amor, y, entonces, eso tiene que verse fuera, y, si no se ve, si la gente no, nota el cambio, no digo que la confesión haya sido nula; pero si que la conversión, conversión, esta aún lejos
Y, no me refiero, a hacer cosas raras, no, normalitas
Un abrazo
Maite
"Me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad"
Bueno, pero quien cree que el perdón, el pdeir perdón y el recibir el perdón es algo liviano y fácil es que, no sólo no conoce de nada la fe cristiana, sino que tampoco ha entrado nunca en sí mismo a ver cómo está amueblado su espíritu... Dios les conceda entrar alguna vez y tropezarse con algunos muebles. El perdón no se conoce en teoría, se pide, se reibe, se experimenta (también se da, claro)
-----------------
«A la Biblia le podemos hacer decir cualquier cosa y lo contrario» (P. Jordi) El criterio de su verdad es la caridad.
Estoy contigo Abel; quien cree, que pedir perdón es fácil, o, es que nunca lo ha pedido, o, si lo hizo, lo hizo como él que pide disculpas, al que ha tropezado con su pie, en el bus, mientras piensa, “te estuvo bien, por poner el pie, donde no debes”
Pero cuando la petición de perdón, es sincera, entonces claro que es difícil.
En medio de tus aportaciones, volví á releer; “ Historia de un alma”; y, en, su diario, la Santita francesa; te da la razón; tú dices que María, es la persona, a la que Dios más ha perdonado, porque se lo perdono todo, pues bien, Santa Teresita, pone, un ejemplo, dice que si una persona; salva a una que se ha caído, esta le estará agradecida; pero si esa persona, antes de que la otra caiga, va, y, quita el obstáculo; si la otra no lo sabe, no lo agradecerá, pero si lo sabe, su gratitud, será inmensa. Y, digo yo; si Santa Teresita, se daba cuenta, de lo mucho, que Dios la amaba, y, de lo mucho que le debía; siendo del gremio de los nacidos en pecado; cuanto más Santa María; llena de gracia, desde el origen, María sabía, que el ser humano; sin Dios no puede ser bueno, vivía en el mundo; sabía lo mucho que Dios le había dado, le daba, por eso, en su ; “ Magnificat”; proclama a Dios su Salvador, y, le agradece, Ella sabe, que no es nada, sólo Él, es.
Con Dios, todos estamos en deuda, nada le podemos dar, que le engrandezca, que no tenga, como Él mismo, nos dice, por sus profetas; dependemos de Él en todo, y, hasta para “adorarle, para darle lo poco que somos”; nos lo tiene que dar, Él antes, y, sostenernos, para que se lo demos”, es decir que nuestra deuda es continua, por ello, también debe serlo nuestro agradecimiento; y, nuestra petición de perdón
Perdón cuando pecamos, pero también petición de perdón, por no poder pagar, todo el Amor, que ha derramado, y, derrama cada día, seamos conscientes, o, no
Un abrazo
Maite
“Los preceptos del Señor, alegran el corazón”