El domingo leeremos el texto de san Lucas de la presentación del Señor en el templo, un evangelio largo y lleno de vericuetos (Lc 2,22-40). Ese texto incluye la profecía de Simeón a la Virgen:
Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: "Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones." (vv 34-35)
De manera espontánea leemos este texto a la luz de la pasión del Señor, e interpretamos como algo claro y obvio, que se refiere al dolor de la Virgen al pie de la cruz. Esta interpretación espontánea y muy extendida viene avalada por la enorme iconografía sobre el tema.
Sin embargo el exégeta Brown hace notar algo que debería ser evidentísimo: cada evangelio debe poder ser comprensible por sí mismo, no recurrir a otro evangelio para aclararlo: no nacieron juntos, ni suponen uno la existencia del otro... Ahora bien, ¿de dónde sacamos la cuestión del dolor de la Virgen al pie de la cruz? ¡no de Lucas sino de Juan!
En el evangelio de san Lucas la Virgen no está a los pies de Jesús en la cruz, e incluso las mujeres están, en realidad, a distancia
«Estaban a distancia, viendo estas cosas, todos sus conocidos y las mujeres que le habían seguido desde Galilea.» (Lc 23,49) Nosotros, que leemos los evangelios como si fueran un DVD de los hechos de Jesús, incluimos a la Madre entre ese grupo de mujeres, para poder hacer coherente esta narración con la de Juan, pero lo cierto es que la Madre no es mencionada en todo el relato de la pasión de Lucas, no se la supone presente.
Así que si el evangelio de Lucas menciona a su inicio una espada de dolor, deberemos buscar en el propio evangelio a qué espada se refiere. Veamos cómo lo explica el mismo Brown:
El vocabulario de esta frase tiene su paralelo veterotestamentario más afín en Ezequiel 14,17, donde el Señor, a modo de juicio, dice: «Si ordeno a la espada que atraviese el país y extirpo de él hombres y animales». Es evidente que este oráculo era recordado con frecuencia, pues se cita en los Oráculos sibilinos (III, 316) para describir la invasión de Egipto por Antíoco Epífanes (ca. 170 a.C.): «Porque una espada te atravesará por medio». La imagen es la de una espada de juicio selectiva, que destruye a unos y perdona a otros, una espada para discriminar y no solo para castigar. Este trasfondo veterotestamentario está en perfecta armonía con el resto del segundo oráculo de Simeón en Lucas, donde el niño está puesto para que muchos caigan o se levanten en Israel. Simeón proclama que un juicio de discriminación recaerá sobre Israel y que afectará también a María como miembro del pueblo de Israel.
¿Hay alguna escena en el Evangelio de Lucas que pueda mostrar de qué manera? Sí, la única escena de la tradición sinóptica donde aparece en el ministerio público. Es la escena donde la madre y los hermanos buscan a Jesús, pero él les responde que su familia escatológica, establecida por la proclamación del reino, no se constituye por la relación física, sino por una relación de obediencia a la voluntad del Padre. Es claramente una escena de discriminación que pone las exigencias de Dios por encima del privilegio de la relación humana.[...] En la forma en que la narra Lucas (8,19-21) María aparece como parte de la familia escatológica de Jesús: «Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen» (véase Hch 1,14). María tuvo que someterse, como todos los demás, a la misma exigencia discriminatoria. Si en la visión de Lucas ella aparece como parte de la familia de los discípulos, no es por ser la madre de Jesús. [...] Dado que María fue la única persona adulta en el relato de la infancia que llega hasta el ministerio público e incluso hasta la Iglesia naciente (Hch 1,14), Lucas insinúa que más tarde ella descubrirá el verdadero sentido de todos los sucesos maravillosos asociados con Belén. A través del oráculo de Simeón, Lucas nos dice que una parte de este descubrimiento será el hecho de que también ella tiene que afrontar el juicio implícito en la proclamación de Jesús. No obstante, dado que Lucas ha mostrado ya a María haciendo la voluntad de Dios en el momento de la anunciación (1,38), aquí sugiere que ella será una excepción positiva frente a la reacción generalmente negativa de Israel, que es el tema de la profecía de Simeón. Para ella, Jesús no será un signo de contradicción, sino de afirmación.
Si tuviera que esbozar una conclusión práctica para la mariología a partir de esta interpretación de la espada de decisión que atraviesa el alma de María, sería que la grandeza de María hunde sus raíces en la manera en que ella decidió ser discípula escuchando la palabra de Dios y cumpliéndola. Su decisión hizo posible que Dios la declarara «bendita entre las mujeres» (1,42). La piedad popular ha sugerido que la oración a María se basa en la seguridad de que Jesús escucha a su madre. Este énfasis en la maternidad física es una interpretación errónea tanto del evangelio como de la grandeza de María. El hecho físico de la maternidad no le concede un estatus especial dentro del sistema de valores predicado por Jesús. Si es recordada como madre dentro de la comunidad cristiana, no es solo porque su vientre dio a luz a Jesús y sus pechos lo amamantaron (11,27), sino más bien porque creyó en la palabra de Dios de una manera que hizo de ella un miembro preeminente en la verdadera familia de discípulos de su Hijo (1,41; 8,21).
(Raymond Brown: Cristo en los evangelios del año litúrgico, pág 169ss)
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Si es recordada como madre dentro de la comunidad cristiana, no es solo porque su vientre dio a luz a Jesús y sus pechos lo amamantaron (11,27), sino más bien porque creyó en la palabra de Dios de una manera que hizo de ella un miembro preeminente en la verdadera familia de discípulos de su Hijo (1,41; 8,21).
que hermosa frase sobre mi querida Virgen Maria
Siempre me pregunte como habran entendido Maria y Juan el mensaje mujer este es tu hijo discipulo aqui esta tu madre
Simplemente como una adopcion mutua o en el contexto de " madre quiero seguir contigo pero no puedo y quiero sigas siendo madre en el sentido terrenal " para luego ser madre de MI Iglesia ,
hay escritos sobre esto y/o su posterior convivencia?? , o me pueden dar vuestro parecer
Miguel casas
> una espada para discriminar y no solo para castigar
No se podría traer también aquí lo de Hebreos de la espada de dos filos?
http://.www.biblegateway.com/passage/?search=Hebreos+4:12&version=RVR1960
> ella será una excepción positiva frente a la reacción generalmente negativa de Israel
... incluso de sus parientes, no? (aunque esto sería agarrase de Marcos que es hacer trampa) http://.hjg.com.ar/ce/c05_2.html#ss07
Cuando leí la interpretación de Brown lo primero que me vino a la mente fue la espada de dos filos de Hebreos y la de Apocalipsis.
Hunden evidentemente la raíz en el mismo suelo del AT que señala Brown, por tanto están emparentados por origen. De todos modos, la diferencia evidente entre la espada de la que habla Hebreros y la que habla la profecía de Simeón es que la de Hebreos se aplica a cada uno, mientras que la de Simeón expresa un juicio sobre el conjunto de Israel, por eso Brown califica a la respuesta de María como "excepción positiva".
En cuanto a Marcos, sí, sería hacer trampas porque si comparamos los textos, también María sale mal parada en Marcos: ella está en el grupo de los que creen que él está fuera de sí.
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No puede ser que la frase en Marcos se inclusiva , Que no excluya a María y los discípulos, ya que hasta Jesus los había elegido supongo por que que estaban cumpliendo o tratando de cumplir con la palabra del señor. ?¿ tomar la frase como pregunta no estoy cuestionando. (aún /por ahora :D.)
Miguel
Bueno, todo puede ser, pero...
Es importante volverse un poco atento a las diferencias entre los evangelios, luego de siglos de haberlos leído como si fueran el mismo texto con cuatro firmas distintas.
Puedes hacer este ejercicio: buscar en Marcos todas las menciones que haya a la Madre de Jesús, ya sea por su nombre, María, o por su relación, madre.
Te llevarás la sorpresa de que hay sólo dos menciones, una muy indirecta:
No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?" Y se escandalizaban a causa de él (6,3)
y la otra, la mencionada, que conviene leer in extenso:
Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: "Está fuera de sí."
Los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: "Está poseído por Beelzebul" y "por el príncipe de los demonios expulsa los demonios."
Él, llamándoles junto a sí, les decía en parábolas: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y está dividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin. Pero nadie puede entrar en la casa del fuerte y saquear su ajuar, si no ata primero al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno."
Es que decían: "Está poseído por un espíritu inmundo."
Llegan su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le envían a llamar. Estaba mucha gente sentada a su alrededor. Le dicen: "¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan."
Él les responde: "¿Quién es mi madre y mis hermanos?" Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro, a su alrededor, dice: "Estos son mi madre y mis hermanos.Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre." (3,20-35)
Esas son todas las referencias de san Marcos a la Madre de Jesús; ni siquiera se la menciona cercana a la cruz, ni en ningún otro momento.
Ahora bien, tú eres miembro de la comunidad de Marcos y él te lee su evangelio (aun no existen, o no conoces, a los otros tres) ¿Te parece que comprenderías que María es una "excepción positiva" en el conjunto de Israel?
Por eso señala Brown (y yo en mi comentario) que no se puede usar Marcos para comentar a Lucas, al menos sin saber bien cómo enfocan la cuestión uno y otro.
Estoy procesando ahora mismo un volumen muy sustancioso: "María en el Nuevo Testamento", escrito conjuntamente por exégetas católicos y protestantes, y uno de los capítulos se dedica precisamente a María en el evangelio de Marcos. Seguramente hoy o mañana lo subiré.
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Saludos a todos y gracias por vuestra fidelidad. Veo que los foros vuelven a ser lugar de diálogo y vida (con la ambivalencia característica de la vida). Gracias de verdad. Es un lujo para los que solo podemos venir de vez en cuando y aunque sea de forma un poco egoista nos beneficiamos de vuestras aportaciones y de vuestro esfuerzo (¡qué cierto es lo que decía Laura en otro hilo acerca de lo que cuesta escribir algunos mensajes!).
Tal vez como un pequeño gesto de reciprocidad, hoy también quiero yo dar mi pequeña aportación, porque el texto de R. Brown y vuestros comentarios me llevan a una lectura interesante y distinta de ese pasaje ciertamente enigmático de la profecía de Simeón en el contexto de la purificación de María y el rescate de Jesús.
Ayer, al escuchar el evangelio, me llamó la atención la forma en que Lucas presenta la escena, con una marcada contraposición entre la actitud de la comitiva que lleva a Jesús al templo (entre los que está María) para cumplir con los ritos de la ley judaica (la purificación de María después de haber dado a luz y el rescate del primogénito) y esta comitiva que de improviso se encuentra con el hombre del Espíritu. Un hombre del Espíritu (Simeón) que anuncia una cosa escandalosa: la salvación no sólo para los cumplidores de la ley, para los judíos, sino para todos los hombres, incluidos los gentiles.
Anuncia que la vida de Jesús será para unos piedra angular y para otros piedra de tropiezo, y su palabra (esa "espada" que no tiene la función de matar sino de "separar", de hacer que cada uno tenga que elegir en qué lado se coloca) atravesará también la vida de María. Es decir, no será suficiente con que María haya dicho sí a la voluntad de Dios ni con que haya sido madre de Jesús, sino que tendrá que hacer un largo y doloroso camino para convertirse en otra cosa. ¿En qué cosa?
Lucas pone un primer ejemplo de este camino de María en el pasaje inmediatamente siguiente, que es el del viaje a Jerusalén a celebrar la Pascua, y en la sorprendentemente poco "filial" respuesta de Jesús ante la angustia de su madre que le creía perdido. ¿La espada?
Pero, como dice Brown, seguramente la respuesta está en el siguiente episodio en el que aparece María en el evangelio de Lucas: cuando junto con otros familiares va a buscar a Jesús, que había comenzado a decir y a hacer cosas peligrosas, como saltarse el precepto del sábado. Nuevamente las palabras de Jesús suenan como una "espada". "Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte". "Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen". María tiene que dejar incluso sus prerrogativas de madre para convertirse en discípula.
Si no se me ha escapado algo, María no aparecerá ya en Lucas hasta los Hechos de los Apóstoles, donde efectivamente aparece como discípula en la comunidad cristiana.
Interesante: María, camino y modelo del creyente, del discípulo.
Un abrazo,
Isaías
Hola, Isaías, tanto tiempo! un gusto leerte por aquí.
Sí, efectivamente María ya no vuelve a aparecer en el evangelio de Lucas hasta la mención como discípula orante en Hechos 1,14, en la que también aparecen los hermanos del Señor, ahora incorporados también a la comunidad.
Aunque en realidad hay una mención muy indirecta en Lucas 11,27-28, donde una mujer anónima exclama:
"¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!"
y Jesús le responde a tenor de lo que enseñó antes:
«Pero él dijo: "Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan."»
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Esa exclamación siempre me sonó desencajada. ¿Sería mucho forzar el texto pensar que la idea es, más que un elogio a la madre material, un elogio a su origen y la repuesta de Jesús una apertura más a los no pertenecientes a Israel, como es frecuente en Lc?
La verdad que no lo veo así, es decir, pienso que la exclamación debió haber corrido de boca en boca como una anécdota: "un día una señora le dijo... ", y por supuesto, cada uno iba haciendo la exclamación más melodramática, hasta que quedó como una sevillana en viernes santo. Resuena tras la frase -posiblemente en el camino fue tomando una forma típica- la bienaventuranza del buen hijo, de Prov 23,25.
Lucas recogió esa anécdota y construyó una miniescena en la que al centro van esas palabras de Jesús que están acordes con la doctrina del otro pasaje (el de su madre y hermanos), más bien sentando el nuevo criterio de pertenencia a la tierra prometida, lo que implica la apertura a los gentiles.
La miniescena tiene su referencia dentro del mismo evangelio en el Magníficat: "todas las generaciones me proclamarán dichosa" (la palabra es la misma allí y en la frase de la mujer), con lo cual Lucas puede precisar que esa bienaventuranza no proviene de la generación física sino de -como le dice también Isabel en la visitación- que ella ha creído.
Fitzmyer (es de los grandes especialistas en Lucas) piensa que no hay realmente una oposición entre lo que dice la mujer y lo que dice Jesús, como se traduce en general: «Dichosos más bien los que...», sino que el conjunto de la expresión de Jesús debería traducirse: «Pero ante todo dichosos los que...» (El evangelio según Lucas, t III, pág 367)
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Está bien, entiendo las relaciones con "otras" partes del evangelio de Lc, pero el lugar concreto en que aparece la señora pegando el grito parece tirado de los pelos. O, por lo menos, no muy funcional.
Jjajajaaj. Claro! no es una crónica sino una construcción, y la pobre mujer está obligada a pegar el grito no cuando y como ella quisiera, sino cuando san Lucas lo necesita.
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Sí! Tá bien! Pero justamente Lc. no es un chambón como escritor. Qué hace ahí la dama? Para qué la necesitaba ahí Lc?
Abel, estoy de acuerdo con lo que dices, en este aporte; la mayoría nos hemos hecho un lío con los evangelios, hacemos de los 4 uno; olvidando, un gran número porque no lo sabe, que surgieron en diferentes Comunidades, y, que cada uno, refleja, las vivencias, y, los problemas de esa Comunidad, por eso, son distintos, aún siendo parecidos
La Comunidad lucana, o, de Lucas, no es la de Juan, ni en tiempo, ni en situación, así que cuando, “Lucas”; escribe, este episodio de la visitación en el Templo, escribe pensando en su Comunidad, y, en sus problemas
Por cierto, este episodio, se merece un aparte
Vuelvo, “Simeón, anuncia a María, que va sufrir por causa de Jesús”
Primero, a las señoras del foro que son mamás, que madre no sufre, por sus hijos
Claro que María sufrió al morir Jesús, pero Lucas, no pone a María, al pie de La Cruz, ni esta pensando en eso; un poco más adelante, nos hablará del disgusto que le da Jesús a sus padres, al quedarse por propia voluntad, “ que niño perdido, ni que ocho cuartos, se quedo, porque le dio la gana”; y, su respuesta, es muy suya, no del niño Jesús, que nunca me cayo bien; porque Jesús, fue un Niño, pero nunca el niño Jesús; vamos ni pide perdón, ni se disculpa, si no que protesta diciendo, “ ¿ Por qué me buscáis, no sabéis que debo ocuparme de las cosas de mi Padre?
Con lo que pese, a que volverá a casa, y, seguirá sujeto a la patria potestad, ya le ha dejado una cosa clara a su Madre, y, esa cosa, es que el Padre, esta por delante, que su misión es su deber, que no es su “niñito del alma”, eso a María le tuvo que doler; ahí empezaba Simeón, y, podía seguir poniendo ejemplos de Lucas, sin llegar a Juan, que es otro evangelista
Y, además, Lucas, aparte de narrar un hecho, de cuya historicidad no dudo, pero si no fuera histórico, tampoco, nos hacíamos budistas; lo que esta diciendo, es que “ ser madre de Cristo”; él mismo Jesús dijo, que quien “ obedece a su Padre, es su hermano, hermana, y, madre” hacer que Cristo viva en medio del mundo, gracias a nuestra fidelidad, y, sometimiento al Padre, es doloroso, muy doloroso, que le pregunten a los mártires, Jesús lleva pareja la Cruz, Gracias a su Padre, a Él, y, al Espíritu Santo, lleva pareja también la Resurrección
Un abrazo
Maite
“Todo el que hace la voluntad de mi Padre; es mi hermano, mi hermana, y, mi madre”