La Asimetría de la Salvación
Leyendo un comentario de un ateo me hizo recordar cuestionamientos que hace mucho no visitaba en mis reflexiones.
¿Por qué la Revelación de Dios y la Cruz de Cristo parecen algo tan sin importancia en la historia?
Es decir, durante miles o millones de años el ser humano camino sobre la tierra sin ningún tipo de revelación acerca de quién era Dios, mucho menos saber nada de Cristo y su salvación.
Podemos decir que la creación, el alma dentro del hombre, etc. apuntaban a un Dios, pero suena muy genérico o vago. Igual el hombre se hacia de todo lo que no entendía un dios, y no parece haber registro de que hubiera una revelación positiva de Dios hasta la época “bíblica”. ¿Cuántas almas nacieron y murieron sin saber nada acerca de Dios y su plan, cuantas murieron creyendo que Dios era un trueno en el cielo o un pedazo de rama de árbol?
Aún tomando en cuenta la revelación de Dios a partir de Abraham, siguiendo por los profetas… todo eso sucedió en una mota de polvo en el mapa global… mientras eso pasaba en todo un continente (América) se daban otros hechos y tuvimos que esperar incluso cientos de años DESPUÉS de la muerte y resurrección del Hijo de Dios para enterarnos de lo que había pasado. No hablemos aquí de todas las personas que en Asía, Europa, Africa, etc. No les llego la noticia de Jesús y menos de YHVH hasta cientos de años después (o siguen sin llegarles).
Aunque hoy en día las comunicaciones nos han acercado, podemos decir como conclusión que BILLONES de almas jamás conocieron a Dios ni a su salvador, ni tuvieron la más mínima idea de que iba esta vida. Es como si la salvación fuera un “accesorio” de lujo para los pocos afortunados que nos tropezamos con ella gracias a unos pescadores galileos.
Esa forma tan poco matemática, quirúrgica, absoluta, simétrica, en como Dios salva la he llamado: La asimetría de la salvación… algo que escandaliza no solo a los ateos que esperarían un Dios más organizado y matemático, sino a creyentes que se toman en serio esto de pensarle un poco acerca del desmadre del mundo.
No es algo que siempre tenga en la cabeza, pero cuando vuelve, pega con fuerza el saber que lo que nosotros los Cristianos tomamos como lo más importante de nuestra existencia, fue y es algo desconocido por prácticamente el 99.9% de todos los que han nacido desde los inicios del mundo…
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Qué hermoso el planteo. Lo que tú llamas la "asimetría de la salvación" es como un escaparate que ilumina perfectamente la coherencia de Dios.
¿Qué significa que Dios salva? ¿Qué significa Cristo en la historia, Cristo como centro de la historia? Cuando pensamos en Dios y su salvación, en su centralidad, en su obra, las pensamos en términos de poder. Mientras que Dios se presenta en términos de debilidad, y en eso consiste precisamente la salvación, en que Dios reina, pero no como los reyes de este mundo.
Todo en Dios es débil, incluyendo -¡sobre todo!- su modus operandi.
Imagina una revelación que fuera incontestable, que fuera patente, visible para todos de tal manera que no podría nadie oponer ningún argumento... sería tan poco "escandalizante" como inútil, porque no nos llevaría al Dios de la libertad, al que convoca y llama, sino al de la esclavitud, que impone y ordena.
Miles de billones de personas no han conocido la revelación positiva de Dios ni la conocen aun (porque si contamos con nuestros modos de transmitirla, ni los que tienen oportunidad llegan en muchos casos a conocerla), ¿significa eso que no han conocido el sentido mismo de la creación, la expresión de Su bondad y magnanimidad? ¿significa eso que no han sido oídos por Dios en los reclamos que hacían ante un mundo injusto? ¿significa que no los ha secretamente apoyado uno a uno a todos esos billones de trillones? Todos ellos tuvieron y tienen hasta los pelos de la cabeza contados. Ninguno de todos ellos están fuera del deseo y del obrar divino.
A nosotros se nos ha dado un poco más, por pura condescendencia. Quizás valemos menos por nosotros mismos, y por eso Dios nos ha dado un poco más que a todos, no para nossotros, sino para repartirlo.
Pero ni por un instante es de dudar que lo que todos esos billones de trillones se perdieron en este mundo por un muy breve lapso, se le da a manos llenas por toda la eternidad.
No creo que los ateos se escandalicen de eso, posiblemente más que escandalizarse se enfrentan a la paradoja divina. Bueno, pues muy bien, es un buen comienzo.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)