Estamos en Cuaresma... ¡otra vez! Sé que no me pasa a mí solo, sino que la sensación de aceleración del tiempo es cada vez mayor, y que no terminamos de digerir el huevo de pascua que ya está a las puertas el turrón de navidad, y a poco volvemos a la abstinencia de los viernes de cuaresma.
Entre tanta gastronómica aceleración, tanta "huida hacia adelante", el ritmo pausado y repetitivo de la liturgia resulta quizás un incordio; sentimos la tentación de tirar todos esos trastos viejos, herencia del pasado, de otros tiempos donde la cosa era más adaptada a la cultura, y dar la bienvenida a otra manera de ser y de hacer la relación con Dios, sin tanto calendario y rito, tanto trapo de color y anacronismo.
Recuerdo que una vez conversaba con mi padre sobre la "nueva liturgia" (en ese momento era más nueva que ahora) y me decía que lo que más le molestaba de la misa actual era el momento del saludo de paz: "tener que saludar obligatoriamente como hermano a alguien que ni te interesa, o que a lo mejor fuera de la misa se gruñen...", entonces le respondí que de todos modos era optativo, y que el misal indica expresamente que se puede realizar o no, a lo que me respondió. "no, ¿cómo lo van a quitar? tiene que molestar, para eso está..." Fue toda una lección de liturgia profunda, de las que no recibí en la facu de teología: una de las funciones (no la única, claro) del rito es incomodarnos en nombre de Dios, amonestarnos en nombre de Dios, hacernos pensar, mover nuestros esquemas que damos por buenos sólo porque son los de todos... son los del mundo.
El año sigue teniendo 365 días, la cuaresma sigue siendo de 40 días y la pascua de 50; sin embargo en su repetido y monótono ritmo nos incordian porque "sin que hablen, sin que se escuche su voz", como dice el salmo, nuestros ritos ponen el dedo en la llaga: estamos dilapidando el tiempo. No el de los demás, no el del vecino, ni el de la civilización, sino el nuestro, el de cada uno. Y eso también es una denuncia profética. Precisamente por eso, quizás el mejor esfuerzo que podemos hacer en cuaresma, el mayor "sacrificio cuaresmal" sea intentar adaptarnos un poco nosotros a la liturgia, tener en cuenta sus tiempos, no sólo los nuestros: tratar de seguir su progresión de lecturas bíblicas, tan breves como ricas en todos estos días, especialmente los domingos. Dedicar un ratito por día a leerlas, a repensarlas.
Es verdad que ese "ritmo ritual" no va con las expectativas del mundo, sin embargo, precisamente en ello, en nuestra propia vida, se libra la batalla de vivir en el mundo como "no del mundo". Porque de eso damos testimonio nosotros, de que se puede vivir, crecer, amar, compartir, dialogar, trabajar, cambiar el mundo sin aceptar que la vorágine te trague, sin aceptar que la amargura de "la crisis" o la poca expectativa de futuro digan la última palabra. Estamos en el mundo, pero no somos propiedad del mundo, porque sobre nosotros se ha pronunciado una Palabra:
En cuanto a las novedades del sitio. sin ser tan importantes como el completo cambio de programas que comenté el mes pasado, hay algunas que quiero destacar:
-Con el cierre de Megaupload se había visto seriamente comprometido el compartir libros y películas raras, en la Biblioteca principalmente; sin embargo, una pequeña donación hizo posible alquilar otro servidor donde almacenar las películas y libros, y ya está todo de nuevo en línea, y en mejores condiciones que antes.
-He incorporado una selección de pinturas de Marc Chagall, especialmente de temática bíblica (pero no sólo) en la Galería de Arte. Es interesante conocer al artista, y sobre todo valorar que el "lenguaje sacro" en arte no terminó hace cinco siglos, sino que sigue vivo. A este efecto estoy seleccionando obras de una pintora contemporánea dedicada a temas bíblicos que espero poder presentar en abril; de ella es la bellísima Transfiguración que abre nuestra portada del sitio esta semana.
-En la sección de música está apareciendo semana a semana una parte de «La Pasión según San Mateo» de Bach, hasta completar la obra entera en semana santa. La razón de presentarla fragmentariamente es animar a quienes no conocen esta obra o en general no se animan a obras así porque se sienten lejos de todo ese lenguaje, a que hagan la experiencia de tomar contacto con ella. A este efecto, cada fragmento puede seguirse con el texto traducido y algunas breves explicaciones previas.
-Y por supuesto, hay infinidad de pequeñas actualizaciones de las que sería engorroso y aburrido dar cuenta en detalle, pero para las que digo sencillamente: entra y mira.
Recibo casi cada día mails que agradecen el trabajo que se hace en ETF. Es muchísimo trabajo, trabajo que se desarrolla a lo largo del tiempo, tiempo que se roba a otras tareas. Es muy importante que los visitantes (entre los cuales hay verdaderos adictos a ETF) tomen conciencia que ETF no es un avión en piloto automático, no funciona solo, ni se actualiza apretando un botón. Un pequeño donativo mensual, que no tiene por qué ser grande, pero sí conciente, serviría de mucho para ayudar a que todos veamos que lo que nos gusta debe hacerse entre todos, aunque cada uno haga tareas distintas.
Abel Della Costa