Estimados amigos, capilleros de El Testigo Fiel:
Han pasado ya casi 6 años desde que se iniciara la capilla de la Virgen en El Testigo Fiel, y un poco menos de la capilla del Niño Jesús.
Es una sección entrañable, un remanso de recogimiento para dejar una flor a la Virgen o un perfume al Niño en medio del ajetreo de nuestras tareas cotidianas.
Precisamente porque se trata de un corte en una vida que es siempre agitada, propuse en su momento que cada uno eligiera una capilla para mantener ofrecidos al menos una rosa o un perfume cada semana a la Madre y al Niño. La idea fue acogida con entusiasmo, pero pasado un tiempo, muchas capillas quedaron desatendidas.
Es verdad que alguna mano generosa pasa muy seguido poniendo rosas a casi todas las advcaciones... ¡que son muchísimas! pero se trata de que no asuma uno el esfuerzo de todos, sino que lo repartamos en un par de minutos por semana cada uno.
Por eso pido que me respondan a este escrito los que quieran seguir siendo capilleros, volviendo a tomar el compromiso -aquellos que lo hubieren dejado- de unos minutos por semana rezarle una oración a la Virgen o al Niño y poner la pequeña ofrenda virtual de cada uno.
Sin compromiso: los que no pueden por cualquier motivo, simplemente con no responder los retiraré la semana próxima de la lista, así queda vacante la capilla para quien lo desee.
La lista de advocaciones y sus capilleros está aquí.
La capilla de la Virgen tiene ahora esta dirección, y la del Niño esta.
Muchas gracias a todos los que me ayudan a hacer de El Testigo Fiel un sitio de fe y oración en medio de la red.
Abel Della Costa