Leo en un sitio poco confiable que "antiguamente" la Iglesia exhumaba los cuerpos como paso previo a la canonización, porque el cuerpo incorrupto era considerado uno de los requisitos (aparte de un milagro) para ser declarado santo. ¿Alguien puede confirmar o desmentir?
Requisito formal no, pero sí que era considerado un signo de santidad, aunque no obligatorio.
Dicho esto muy en general y como respuesta inmediata a la duda.
Vamos a algún detalle:
La canonización comienza a formalizarse en el siglo X, el primer santo canonizado es del 900 y algo... (cuánto algo, no recuerdo, tendría que buscar el dato, pero en «Lo Que Te Preguntas» lo tienes), y recién se formaliza del todo en 1500 y algo, con la creación de la Sagrada Congregación de Ritos, antecesora de la Sagrada Concregación para las Causas de los Santos.
Antes de eso no hay proceso formal de canonización, así que mal se puede hablar de requisitos para la canonización.
Entre el siglo X y el XVI se canonizaron por proceso formal apenas poco más de 100 santos, todos los demás siguieron siendo canonizaciones informales.
¿Entonces, en qué consistía, fuera del proceso formal, el reconocimiento de la santidad? en una serie de signos "populares":
-si ocurrían milagros en la tumba, o por clara intercesión del santo,
-si las campanas sonaban solas al morirse alguien de reputada santidad,
-o había algún otro fenómeno paranormal (atmosférico, etc),
-fenómenos pa-normales en general (recuerda el "milagro" de la Virgen de Luján: quedarse frenado el carro en un lugar pantanoso).
-y entre estas posibilidades, si se exhalaba fragancia al abrir la tumba, o se encontraba incorrupto.
Pesaba más que nada la fama de santidad, y lo que se estaba atento era a los signos que la corroboraban, más que a los que la revelaban, aunque también existen casos de "canonización exclusivamente por fenómenos post mortem (milagros, cuerpo incorrupto, etc).
Fíjate que en Oriente sí que pesa muchísimo más lo de la incorrupción y la fragancia, por eso tiene tanta fuerza la descripción de la muerte del Staretz en Los Hermanos Karamazov, cuyo cuerpo comienza a despedir olor pútrido, a pesar de la "fama de santidad".
Una vez reconocida la santidad, venía el "rito" de canonización, que por supuesto, no estaba establecido, pero más o menos era semejante en todos lados: se hacía una "traslatio" de reliquias, es decir, se levantaban del camposanto y se llevaban a tierra sagrada, adentro del templo, pero no en el coro sino en algún altar: si un personaje estaba enterrado en un altar se consideraba que había sido "canonizado". Posiblemente quien te dijo lo de la incorruptubilidad se refería a ese "desenterramiento". Por supuesto, al producirse, si se verificaba que estaba incorrupto, pues verificado por el cielo, pero no es que fuera un requisito, como sí lo era el alzamiento y reconocimiento oficial de las reliquias.
Ten presente que las reliquias eran valores, no monetarios (a veces también!), pero importantísimos: podían dar prestigio a un lugar, fomentar peregrinaciones, etc., así que era muy importante el inventario y catálogo. Aunque el que haya leído la hagiografía de santa Apolonia el otro día, no habrá podido menos que reirse de cuando Pío VI hizo tirar al Tíber 3 kg de dientes que pasaban por piezas dentales de la santa a lo largo y ancho de Italia... incluso en manos adecuadas podían hasta tener valor económico, no porque se pudieran vender, pero eran prendas para préstamos de los monasterios a los reyes y sus siempre caras campañas, así que todo el mundo se esforzaba por tener reliquias "valiosas" a mano.
¿Quién canonizaba? Depende, hay canonizaciones enteramente informales, sin ninguna autoridad más que el párroco del lugar, pero otras eran más solemnes, y las presidía (es decir, presidía el alzamiento de reliquias y la traslatio) el abad, en el caso de monasterios, y el obispo en el caso de ciudades. En el siglo XII Roma prohibió formalmente todo esto, pero nadie le dio la más mínima bolilla a la prohibición, que quedó en desuso hasta el siglo XVI.
A veces se enterraba en iglesias a personajes varios, como reyes, nobles, u obispos de no tanta fama de santidad, pero no era en los altares, para que fuera en el altar, tenía que ser considerado santo, porque eso mismo era la canonización.
La fecha de celebración del santo era la de la traslatio, por eso de muchos se ha perdido sus fechas "naturales" de nacimiento y muerte, y por eso algunos tienen más de una fecha, o esa fecha ha cambiado con la última reforma que estableció como fecha natural la de la muerte, es decir, el nacimiento en el cielo.
Generalmente para la traslatio se componía una "legenda", es decir, una lectura. Si era mártir, una "Passio", si era confesor, una "Vita". Si había datos, se consignaban, pero como la traslatio podía ocurrir siglos después, si no había datos.... pues imagínate
Las "passiones" y "vitae" es decir, el conjunto de las "legendae sanctorum", son géneros literarios amplísimamente cultivados y atestiguados en todo el medioevo. Algunas impresionantemente finas en estilo y contenido, y otras que justifican el descrédito en el que cayó la palabra "leyenda" en siglos posteriores. Actualmente hemos reemplazado la "legenda" por el panegírico, y no sé con qué quedarme: falso y aburrido, cosa esta segunda que no eran las Vitae ni las Passiones, y algunas hasta tenían datos ciertos
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«Con el amor al prójimo aclaras tu pupila para mirar a Dios» (S. Agustín)