Si, con taco incluido, que lo puedes quitar si quieres, pero es lo que me salió después de leer unos comentarios, en “Religión en libertad”, de una persona, apoyada por otras, cuya ignorancia, no tiene parangón
Ponían sus comentarios, a raíz de un texto sobre una homilía del Papa, en la que hacía alusión, a que el Cielo, no era un lugar, a que Jesús nos despertaría del sueño de la muerte, etc., no lo recuerdo todo
Los comentaristas, que usaban “alias”; sostenían que bien, ahora el Cielo podría no ser un lugar, porque sólo había almas, se olvidaban de 2; por lo menos, pero que tras la resurrección, habría cuerpo, y, el cuerpo ocupa lugar, olvidando que al resucitar, tendremos Cuerpo glorioso, no físico, y, eso es de catecismo de párvulos, vamos, Jesús Hombre esta en la Hostia, con Cuerpo glorioso, por eso no ocupa lugar
Decían además que Jesús, había subido al Cielo, hasta que una nube lo oculto, olvidando que la nube, en el lenguaje bíblico, significa la gloria de Dios que lo que estaba contando, el evangelista, era que Jesús, había entrado en Dios en su plenitud humana también
Nada de esto, me habría llamado la atención, y, lo habría aclarado, o, intentado con un comentario, recordando que la tierra es redonda, y, no hay arriba, y, abajo, el cielo, éter que vemos, aún es el planeta tierra, pero de lo que me entraron ganas, fue de comerlos en pepitoria, porque Ciro, no come según que cosas
Los 3 comentaristas, acababan diciendo que había que rezar por el Papa, que era un buenista, y, hacía falta un Papa que defendiese la Doctrina, la que saben ellos, que no llevase al error, así pues, concluían pidámosle a Dios por él, que lo ilumine, y, le haga ver la verdad
Claro que hay que rezar por el Papa, pero lo de estos señores, o, señoras, es como decimos en Galicia, enseñar al padre de uno, como se hacen los hijos
De ahí, mi fuerte expresión
Un abrazo
Maite
“Mirad que vengo, y, conmigo mi recompensa, dice el Señor”
Pues la verdad es que tienes toda la razón del taco. Hay toda una línea de gente muy "doctrinal" en la red que está cabreadísima con el Papa. Están en su derecho, claro está, el tema es que realmente creen tener en ellos mismos la medida de la fe, y en eso ya no están en su derecho.
Esto leí ayer en un sitio:
4. Desear la muerte del prójimo bajo razón de bien moral.La muerte es un mal físico, no un pecado. En sí misma considerada, es la separación del alma de su cuerpo. Al desear la muerte del prójimo en cuanto mal físico, queriendo siempre su salvación, se realiza el odio de abominación.
Cuando se quiere la muerte del pecador que daña al bien común, de la sociedad política o de la Iglesia, incluso pidiendo a Dios que esta ocurra pronto, se desea un mal físico (muerte) bajo razón de bien moral (bien común). Y no hay en ello ningún pecado sino más bien ejercicio de la caridad social.
Las reflexiones precedentes valen para los pontífices calamitosos en general y para el papa Francisco en particular. Y aunque lo dicho pudiera chocar al entusiamo papolátrico de Bosca & c. [n.mía: el profesor contra el que se dirige este artículo], lo cierto es que el propio Papa lo ha reconocido al declarar: «que me maten es lo mejor que me puede pasar». En efecto, para Francisco, la muerte podría significar la gracia del martirio, con la que Dios redimió a un antipapa como San Hipólito; y para la Iglesia, podría ser un modo providencial de poner fin a un pontificado lamentable. Nuestra humilde sugerencia a Bosca: menos sensiblería y más reciedumbre informada por la caridad.
Yo puse en negrita dos frases, pero en realidad, en el medio original, todo este párrafo está destacado en negrita.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Ufff, acabo de encontrar estas "perlas" y... lo de desear la muerte del Papa por un hipotético bien moral, yo lo llamaría más bien asesinato de intención. ¿Por qué toda esta gente "malpensante" que se autojuzga "bienpensante" no recuerdan nunca que el juicio pertenece solo a Dios?
Para acabar con algo de humor, os contaré lo que me sucedió a mis 21 añitos. Vivía en un habitación alquilada a un matrimonio mallorquín de carácter muy dulce y bondadoso, aunque de cultura bastante elemental. Un día el buen señor me llama y me dice muy serio:
"Digame usted que sabe tantas cosas qué pensar de algo que me preocupa muchísimo."
"Dígame en qué puedo ayudarle".
"Pues que, cada vez más, americanos y rusos están enviando cohetes allá arriba y ¿qué pasará si alcanzan el cielo?"
Mi reacción fue desternillarme de risa alabándolo por su divertida broma... hasta que me di cuenta de su mirada afligida y confusa; comprendí entonces que su pregunta no era una broma.
Entonces, con mis pocas luces, le expliqué que por más lejos que se enviarán los cohetes o naves, no era esa la manera de llegar al Cielo. El caminito secreto al Cielo lo podemos encontrar viviendo las Bienaventuranzas y otras enseñanzas de Jesús con un corazón humilde y puro, dócil al Espíritu "que nos enseña todas esas cosas".
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna