La ideología feminista y de género; la cultura anti-vida que promueve mundialmente el aborto y el uso de pastillas anticonceptivas; el humanismo exacerbado sin referencia a lo sobrenatural; la globalización y mundialización que socava los fundamentos naturales de los principios de la solidaridad y subsidiariedad de los organismos intermedios y del estado mismo de derecho; la nula promoción del Bien Común como conjunto organizado de condiciones sociales gracias a las cuales el hombre pueda alcanzar su fin natural y sobrenatural; el libertinaje sexual y la distorsión del amor; la negación y olvido de las verdades eternas y del mundo sobrenatural; el sincretismo religioso; la confusión doctrinal en el tema de la familia, los divorciados vueltos a casar y las uniones homosexuales; la promoción del esoterismo que distorsiona y suplanta el misticismo de Dios; la promoción del Yo egoísta y sutil en todas sus expresiones. Todas estas son algunas de las manifestaciones que conllevan la filosofía del Anticristo, que como se ha dicho, están ya implementadas y arraigadas en el hombre, la sociedad, el estado y la Iglesia. Sólo falta, y ya es lo de menos, que sean encabezadas y dirigidas por un ser de alto nivel de lo obscuro, pues lo grave ahora es que toda esta filosofía anticristiana está llevando a las almas por el ancho sendero que conduce a la eterna perdición.
(Leido en un sitio católico, Diócesis San Andrés Tuxtla, que cita a su vez la fuente: otro sitio católico con el sugestivo título de «Apocalipsis mariano»...)
Entiendo que este mundo que vivimos es difícil de procesar; una gran mutación cultural en todo lo que la mayor parte de la gente -si no toda- consideraba hasta ayer fundamental e inamovible. La tentación de declarar el fin de la partida, la tentación de declarar la oscuridad completa y total de nuestra historia, la tentación de retirarse al desierto incontaminado, no para encontrase con Dios, sino para no toparse con el mundo...
La tentación... que de eso se trata, de una tentación. ¿Habrá vivido nuestro Señor la tentación de dedicarse a los buenos, a lo bueno, a lo incontaminado, a lo seguro, a lo que sabía que funcionaba?
Pienso que sí, más de una vez le habrá dado ganas de patear el tablero de Israel: esto no va, no funciona, no sirve. Incluso el propio Éxodo registra una tentación sufrida por Dios mismo [problema teológico-bizantino a resolver: ¿puede Dios sufrir tentaciones?]:
Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «¡Anda, baja! Porque tu pueblo, el que sacaste de la tierra de Egipto, ha pecado. Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: "Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto."»Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo.»
Pero Moisés trató de aplacar a Yahveh su Dios, diciendo: «¿Por qué, oh Yahveh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo, el que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran poder y mano fuerte? Van a poder decir los egipcios: Por malicia los ha sacado, para matarlos en las montañas y exterminarlos de la faz de la tierra? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Israel, siervos tuyos, a los cuales juraste por ti mismo: Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo; toda esta tierra que os tengo prometida, la daré a vuestros descendientes, y ellos la poseerán como herencia para siempre.»
Y Yahveh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo.
Pillo Moisés: ya que no podía ganarse a Dios defendiendo al indefendible Israel, se lo ganó apelando al amor propio de Dios, a su sentido del "qué dirán"...[problema teológico-bizantino a resolver: ¿tiene Dios amor propio?]
Este mundo no es defendible, pero es amable, se lo puede amar sabiendo que Dios lo amó primero. Sí, tal como está, sin cambiarle nada: Dios dio su vida por él, antes de que fuera bueno, así que se lo puede amar antes de que sea bueno. Se lo puede amar en su egoísmo, en sus locas ideas, en su antropología que desantropologiza al ser humano, en todo, antes de que sea bueno.
Me sirve lo que dice Camus:
qué tentador puede resultarnos, en ciertos momentos, darle la espalda a este mundo sombrío y descarnado! Pero esta época es la nuestra, y no podemos vivir odiándonos. Ha caído así de bajo tanto por el exceso de sus virtudes como por la grandeza de sus defectos.
Yo no sé si el matrimonio homosexual es una conquista o un extravío, recelo de las bondades del divorcismo, y desde luego no puedo tragar con el aborto... pero en todo ello, sí, incluso en ello que puedo calificar de grave error, hay un impulso noble, una búsqueda de promoción de la autonomía humana que sin duda, como impulso noble, proviene de Dios, y lo busca aun sin saberlo.
Creo yo que desesperar del ser humano, desesperar de la grandeza humana, aun en nombre de Dios, es desesperar del propio Dios.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
¿Habrá vivido nuestro Señor la tentación de dedicarse a los buenos, a lo bueno, a lo incontaminado, a lo seguro, a lo que sabía que funcionaba?
¿No dice por ahí "¿hasta cuándo voy a estar en medio de esta generación mala y perversa?" (cito de memoria) ? No sé si habrá sido por tentación o por tener la paciencia colmada... (por usar una expresión de salón)
Y sí, don Camus,... ¡es tentador!, a qué negarlo? :D. Pero "es lo que hay", así que mejor, hagamos algo. O si se quiere, en términos más cristianos y con música de un viejo cantito: "este es el día del Señor, este es el tiempo de la misericordia".
Cierto, esa cita es muy pertinente, Lc 9,41... todo el contexto, la frustración de la gente porque los discípulos no tienen el mismo poder que el Maestro, en fin, "es lo que hay"...
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Cuando a mi papá le decían "es que los tiempos son malos", él respondía: "qué novedad! ya lo decía san Pablo!". Así que otra cita pertinente: Ef 5,16.
Entiendo que alguien tiene que teorizar, pero...por teorizar no se puede perder el sentido de la vida. Siempre estuvieron mal las cosas. El tiempo te cambia el ritmo y tenés que bailar con el ritmo nuevo.
[problema teológico-bizantino a resolver: ¿puede Dios sufrir tentaciones?]
[problema teológico-bizantino a resolver: ¿tiene Dios amor propio?]
Problema teológico-bizantino a resolver: ¿tiene Dios Paciencia?
La verdad es que cada vez que me pongo a pensar estos temas me da vuelva la cabeza. La vida sería mucho más sencilla si a Dios le diera por manifestarse masivamente (preferiblemente en algún sitio con buena cobertura de internet, islandia o alguna plaza grande en Los Angeles, por ejemplo). Algo como el Dios de los ejércitos, el que tiene un trono y un lago adelante y serafines y querubiens terribles, y caballos raros montados por gente mas rarar todavía... Y ya las discusiones serían si la biblia en griego o en latín... o podríamos dedicarle mas tiempo a al gran misterio del mal... o a como manejar el tema de María entre confesiones... o si los cantos en la misa van con o sin guitarra.
O resulta que no. Que ni así. Porque insistimos en necesitar un Dios que habla en los silencios, en los espacios entre las palabras y que se empeña en necesitar de las personas para ejercer.
Así no se puede. Un Dios que habla tan bajo que hay que callar todo para poder oirle, que poco dios que resulta ...
Pues es una técnica de aula: los chicos gritan y tú, que sabes que si gritas como ellos para sobreponerte a ellos lo único que harás es aumentar el caos, simplemente te pones a hablar bajito, sólo te escuchan los más atentos, los más "débiles", luego de a poco se van enterando los demás que en realidad estabas hablando... algún día al caos le sigue el orden, con naturalidad, sin botas ni grandes alaracas, simplemente sigues hablando de lo que hablabas, y escuchando a los que querían ser escuchados.
En catecismo es el pan nuestro de cada sábado
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Te felicito. Yo no tengo un aula, sólo a mis hijos, y tengo que recurrir a los rayos y truenos, amenazas de plagas y diluvios y promesas de infiernos ardientes para que me paren media bola. Me late que algo no está funcionando...
T.S. Eliot
I said to my soul, be still, and wait without hopeFor hope would be hope for the wrong thing; wait without love For love would be love of the wrong thing; there is yet faith But the faith and the love and the hope are all in the waiting. Wait without thought, for you are not ready for thought: So the darkness shall be the light, and the stillness the dancing.
Pero es que en casa, con las chanclas y de padre, las cosas son distintas que en un aula. A lo mejor por eso Dios grita tanto en el Antiguo Testamento, pero desde que asumió que no le quedaba otra que dirigirse a todos, lo hace como en el aula, bajando la voz...
Hermoso el poema de Elliot. Yo lo traduje (salvajemente) así:
Dije a mi alma: calla, y aguarda sin esperanza
Esperar sería tener esperanza de la cosa equivocada;
aguarda sin amor
Amar sería amar la cosa equivocada;
Queda la fe
Pero la fe, el amor y la esperanza están todos en el aguardar.
Aguarda sin pensamiento, no estás preparado para pensar:
Entonces la oscuridad se volverá luz, y la quietud, danza.
Pero seguramente podrán mejorar la traducción, por ejemplo, puede venir Hernán, largar por un minuto el pito y la corneta con los que está festejando su cumpleaños, y brindarnos una traducción mejor (como para largar todo menos el brindar).
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Aguardemos...
Perdón, pero estuve muy ocupado con todo el trajín del festín, y lidiando con los vecinos que se quejan por el descrontrol y el ruido (todos los añós lo mismo!, dicen),... Y ahora, la resaca...
Pero bueno, así a primera vista la traducción parece buena. Traducir "wait" por "aguardar" en lugar de "esperar".... Se entiende por qué, pero también es interesante : en inglés "wait" y "(have) hope" son cosas bien distintas, mientras que en español las palabras correspondientes "esperar" y "(tener) esperanza" se solapan, parcialmente. "esperar" es palabra ambigua, puede significar "tener esperanza" como simplemente "aguardar". Esa ambigüedad, pienso ahora, es la que fundamenta el retruécano "el que espera, desespera". En la misma vena, el verso podría traducirse "espera sin esperanza" (aunque el juego de palabras quedaría un poco fuera de lugar, tal vez). Y el título del libro de Simone Weil ("Espera de Dios") vendría a apuntar a lo mismo (a lo mismo que el verso, y que el poema entero, creo).
Me imagino el descontrol
Gracias por las precisiones, Hernán, re-bienvenido después d eun tiempo de no estar por aquí...
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)