La importancia del ayuno, y su observancia hoy
Proyecto del Documento del Concilio Pan Ortodoxo, adoptado por la V Conferencia pre conciliar en Chambésy, 10-17 octubre 2015
Publicado conforme a la resolución del Sínodo de los Patriarcas de las Iglesias ortodoxas locales en Chambésy, del 21 al 28 de enero de 2016
1º El ayuno es un mandato divino; (Gn 2, 16-17); según San Basilio el ayuno es tan antiguo como la humanidad; porque fue instaurado en el Paraíso (Del ayuno, 1, 3. PG 31, 168 A). Constituye una gran lucha espiritual, y la mejor expresión del ideal ascético de la ortodoxia. La Iglesia Ortodoxa se ajusta fielmente a las disposiciones apostólicas a los cánones conciliares, a las asambleas patrísticas; y siempre ha proclamado la importancia del ayuno para la vida espiritual del hombre, y para su salud. A lo largo del año litúrgico la Iglesia, señala y exalta las enseñanzas de los patriarcas sobre el ayuno, el ayuno es necesario al hombre para permanecer alerta, sin fallar ni desfallecer, y, para enardecerlo para el combate espiritual. El ayuno es exaltado en el Triodión, como un don divino, gracia llena de luz, arma invencible, fundamento de los combates espirituales, el mejor camino hacia el bien, alimento del alma, ayuda acordada por Dios, fuente de toda meditación de la vida imperecedera, semejante a la de los ángeles, madre de todos los bienes y todas las virtudes, imagen de la vida futura
2. El ayuno en tanto que mandato es muy antiguo, se halla ya en el Antiguo Testamento (Dt 9, 18; Es58, 4-10; Jl 2, 15; Jon 3, 5-7), y se reafirma en el Nuevo Testamento; antes de emprender su acción en el mundo, El Señor mismo ayuno durante 40 días Lc 4, 1-2; y dio instrucciones referentes al ayuno, Mt 6, 16-18. En el Nuevo Testamento la forma más común de describir el ayuno es como una abstinencia, para el arrepentimiento y el crecimiento espiritual (Mc1, 6 ; Ac 13, 2. 14, 23 ; Rm 14, 21) Ya desde los tiempos apostólicos, la Iglesia ha proclamado la importancia del ayuno, y ha definido los miércoles y viernes, como días de ayuno (Did., 8, 1); así como el ayuno antes de La Pascua (Irénée, in Eusèbe, Historia Ecclesiastica 5, 24. PG 20, 497 B- 508 AB). Ciertamente en la práctica eclesiástica adoptada durante siglos existía una diferencia; no sólo por el informe relativo al ayuno pascual (Denys d’Alexandrie, Epist. ad. Episc. Basilidem, PG 10, 1277), Pero también con relación al número y con relación al contenido de otros períodos de ayunos, adoptados bajo la influencia de diversos factores, sobre todo litúrgicos y monásticos; con el fin de preparar a los fieles a las grandes fiestas. De este modo el lazo indiscutible entre el ayuno y el culto, muestra el carácter y el fin del ayuno, y lo sitúa en su relación espiritual, razón por la cual todos los fieles han de aceptarlo, cada uno según sus fuerzas y posibilidades, sin descuidar por ello esta institución sagrada “Ten cuidado que nadie te desvía de esta vía de la enseñanza (…) Si puedes sostener todo el yugo del Señor, serás perfeccionado; si no lo puedes, haces aquel de lo que eres capaz. En cuanto al ayuno, sostenlo según tu fuerza” Didache, 6, 1-3
3. En cuanto combate espiritual, el verdadero ayuno en el espíritu está unido a la oración incesante, y el sincero arrepentimiento, “el arrepentimiento sin ayuno, no vale nada” San Basilio, del ayuno, 1, 3, PG 31, 168 A” así como es nulo el ayuno sin las buenas obras, especialmente en nuestra época donde la repartición desigual e injusta de los bienes; llega hasta a privar a pueblos enteros de su pan de cada día. “Hermanos ayunamos corporalmente, ayunemos también en el espíritu, quebremos toda cadena de iniquidad, quebrantemos las pasiones violentas, denunciemos los contratos injustos, demos nuestro pan al hambriento, y recibamos a los que no tienen hogar” (Sticher miércoles de la 1ª Semana de Cuaresma, Cf. Es. 58, 6-7). “Ayunar no es sólo abstenerse de ciertos alimentos, la abstención de ciertos alimentos no es suficiente para hacer un ayuno agradable, practiquemos el ayuno que Dios aceptara; que le será grato; el verdadero ayuno es apartarse del mal, controlar la lengua, evitar la cólera, alejar los malos deseos, la calumnia, la mentira, y el perjurio, la privación de todo esto es el verdadero ayuno; es por esto que el ayuno es bueno”.( Basilio el Grande, sobre el ayuno 2, 7. PG 31, 196 D). « La abstención de ciertos alimentos y la frugalidad en cuanto a la calidad y la cuantía, son la expresión externa del combate espiritual que es el ayuno. El ayuno como indica el mismo término, significa abstenerse de alimentos, pero los alimentos no nos hacen ni más justos, ni menos injustos; el ayuno tiene un significado profundo, del mismo modo que la comida es símbolo de vida, la abstención de alimento lo es de muerte; así mismo los humanos debemos ayunar; a fin de morir al mundo; y después habiendo recibido el alimento divino, vivir en Dios” (Clemente de Alejandría, PG 9, 704D-705A). Por lo tanto el verdadero ayuno, se refiere al ensamblaje de la vida de los fieles en Cristo, encuentra su apoyo en la participación en la vida litúrgica; de manera notable en el Sacramento de la Santa Eucaristía
4. El ayuno de 40 días del Señor, es el ejemplo que deben seguir los fieles, Le hace activa su participación a la obediencia al Señor, con el fin de que a través del ayuno pudiéramos gozar por la obediencia de lo que habíamos abandonado por la desobediencia, (Grégoire de Nazianze, Or.45, In sanctum Pascha 28, PG 36, 661 A). San Gregorio Palamas, lo resume de manera significativa toda la tradición patrística, de acuerdo a la espiritualidad del ayuno; sobre todo al de la Gran Cuaresma, dándole un sentido Cristo céntrico.
“Pues si ayunas, controlaras tus pasiones, morirás con Cristo, pero resucitaras, y renacerás con Él; porque has sido semejante a Él en la muerte, participarás de la Resurrección, y, serás heredero de su vida. (Or. 13, in quinta jej. Dom., PG 151, 161).
5. Según la tradición ortodoxa, la medida de la perfección espiritual, es la medida en Cristo; “plenitud de la estatura en Cristo, Ef 4, 13”. Es un puesto muy alto, y cada uno debe, desearlo, esperarlo y, actuar en consecuencia. Esta es la razón por la cual la ascética es la lucha espiritual, no tiene sitio en la vida actual como la perfección de los perfectos. Todos son llamados a corresponder, según sus fuerzas, a las exigencias de esta alta medida con el fin de alcanzar la salvación, por la gracia. Y los mismos que las practican no se enorgullecen en vano, si no que confiesan; “somos siervos inútiles, no hacemos más que lo que tenemos que hacer, LC 17, 10” nadie puede abandonar, según la concepción ortodoxa concerniente a la vida espiritual, el combate bueno del ayuno; pero se remite a la misericordia de Dios por sus faltas, consciente plenamente de la mediocridad de su situación, y se somete a la autocrítica, porque es imposible acceder a la vida espiritual ortodoxa sin el combate espiritual del ayuno
6. La Iglesia ortodoxa como una madre afectiva, ha definido lo que conviene a la salvación, y, puso en primer lugar los periodos santos del ayuno, como un signo de protección dado por Dios; para salvaguardar la vida de los fieles en Cristo, contra las trampas del enemigo. Siguiendo a los Santos Padres preserva como antaño las prescripciones apostólicas, los cánones conciliares, y las tradiciones sagradas. Ella propone siempre, el ayuno sagrado, como la mejor vía para los fieles; para su perfeccionamiento espiritual, y su salvación. Proclama la necesidad de los fieles de respetar a lo largo del año del Señor, los ayunos prescriptos; estos son “En La Gran Cuaresma, miércoles y viernes, ordenados por los santos cánones, los de Navidad; Santos Apóstoles, y Dormición de La Virgen; los ayunos diarios de la Exaltación de La Santa Cruz; de la vigilia de Epifanía, y de la Degollación de San Juan el Precursor; así como los ayunos propuestos por mandato pastoral, y, aquellos que libremente adopten los fieles
7. Sin embargo La Iglesia por clemencia pastoral; ha puesto límites por misericordia al régimen del ayuno; en consecuencia aplica los principios eclesiásticos de economía, en caso de enfermedad corporal; de una necesidad imperiosa, o de dificultad por el tiempo, bajo el discernimiento y la guía episcopal y pastoral de las Iglesias locales
8. De hecho hoy en día, numerosos fieles sea por negligencia; sea por las condiciones de la vida, que ellos consideran, no respetan las prescripciones concernientes al ayuno. Todos estos casos de no observancia de las prescripciones sagradas del ayuno; que se dan tanto general, como individualmente, deben ser tratadas por La Iglesia con fines pastorales; “Porque Dios no desea la muerte del pecador, pero sí que se arrepienta y viva” (Ez. 33,11); sin el valor del ayuno deba rebajarse. Permite pues a las Iglesias Ortodoxas locales, la delicadeza de fijar las medidas, en la economía de la misericordia, y la indulgencia con el fin de aplicarlas para aliviar el peso, del sagrado ayuno, para todos los que tienen dificultades, para respetar todas las prescripciones que estas prescriben, ya sea por razones personales, enfermedad, servicio militar, trabajo, ya sea por razones generales, climáticas, económicas, estar en otro país, dificultad para conseguir el alimento, etc. Aliviando en estos casos particulares el ayuno sagrado en la forma que proceda sin rebajar en ningún caso la institución sagrada del ayuno. Esta clemencia misericordiosa debe ser aplicada por la Iglesia, con gran circunspección sobre todo con más indulgencia hacia los jóvenes, Para los que las tradiciones, y prácticas de La Iglesia no siempre uniformes.
“Ayunar todos los días es un bien; pero el que ayuna no debe despreciar al que no ayuna. En estos casos no es preciso legislar, ni forzar, no es conveniente conducir por la fuerza al Rebaño confiado por Dios, es preciso pues usar la persuasión, la dulzura, y, las buenas palabras. (San Juan Damasceno, De sacris jejuniis 3, PG 95, 68 B).
9. En otro modo, todos los fieles deben observar el sagrado ayuno, y la abstención de alimentos, desde la medianoche anterior a la recepción de la Divina Comunión, conviene también ayunar en señal de arrepentimiento, al hacer un voto espiritual; para el éxito de un sagrado fin; en la tentación, para acompañar las plegarias a Dios; antes del bautismo en el caso de los adultos, antes de la ordenación, en los casos de penitencia, en las peregrinaciones sagradas, y, en otros casos, análogos
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un abrazo
Maite
“No os alegréis de que los demonios se os sometan, si no de que vuestros nombres estén escritos en el Cielo"
Qué hermoso texto, Maite, muchas gracias por traerlo.
La verdad que en la Iglesia de Occidente creo que ya hemos perdido por completo el sentido religioso del ayuno, y estamos como los jóvenes que menciona el texto, que no comprendemos las tradiciones y práctica que hicieron la vida de fe durante siglos; y quizás nos parecen innecesarias.
El texto ayuda mucho a meditar en ese sentido profundo del ayuno.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Estoy completamente de acuerdo contigo; hemos confundido "ayuno" con dieta; de hecho hablando de estemsmo post, con una persona de iglesia, laica y casada, pero de iglesia; y me decía, "la revista "Mia", tambiém dice que hay que ayunar un día, a la semana"
claro que de todo esto, hay culpables, y es que se nos decía que había que ayunar, en determinadas fechas que se fueron acortando, porque al no tener sentido, y, hacerlo sólo porque sí, porque lo mandaba la Iglesia, pues se cumplía, pero no se obedecía, que no es lo mismo, y, no se veía el sentido, sigue sin verse en nuestro lado; sin embargo los ortodoxos al darle su sentido místico, de "morir en Cristo", para "resucitar en Él"; le confieren su verdadero sentido
creo que se merece una lectura, y comentario pausado
Un abrazo
Maite
"No os alegreis de que se os sometan los demonios; alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en el Cielo"
Mucvhas veces por querer presentar una religión "razonable" se explica a los fieles las cosas sin su sentido teológico... "ayunar hace bien a la salud", ¿y a mí que me importa? es decir: si quiero cuidar mi salud, me cuido, y a lo mejor entre esas cosas que son el cuidado de la salud, ayuno, pero el sentido de un ayuno religioso no está relacionado con la salud.
Es como cuando se explica la circuncisión por las condiciones higiénicas de la antigüedad o la prohibición del cerdo por la triquinosis: todos pueblos antiguos vivían en las mismas condiciones higiénicas que los pueblos del Medio Oriente, pero no instituyeron la circuncisión, y los cerdos de Italia seguramente también podían transmitir triquinosis, sin que se desarrollara una prohibición sistemática del cerdo.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
A riesgo de sacarte del tema, Abel, ¿por qué es la prohibición del cerdo?
Te hago un pequeño resumen; si el tema da para más, lo desprendemos del hilo, pero no creo que haga falta porque no hay resumen más resumido que este: ni yo ni nadie tiene idea de por qué estaba (está!) prohibido el consumo de cerdo y de otras especies calificadas como impuras.
El capítulo 11 de Levítico establece los criterios generales de los animales que son o no comestibles, en función de un sistema general de "pureza" religiosa.
El criterio para aceptar a un animal terrestre como comestible, y como cultualmente puro, es que sea rumiante y de pezuña partida, hendida en mitades. El cerdo es reconocido como no rumiante (y por eso excluido) en el v. 7.
En general, las razones por las que un pueblo decide los componentes admisibles e inadmisibles de su dieta no tienen nada de racionales, son, como bien lo estudia Leví-Strauss, sistemas de diferencias y oposiciones.
En una sociedad altamente regida por valores religiosos, es muy posible que esa prohibición obedezca a cuestiones cultuales, así apunta un autor que "los animales excluidos inmediatamente del régimen alimenticio de los hebreos eran los utilizados en el culto pagano, en relación con el sacrificio, la magia o la práctica supersticiosa; así, por ejemplo, el cerdo, empleado en el sacrificio al dios babilonio Tammuz." (Comentario bíblico San Jerónimo, tomo I pág. 226)
Sin embargo eso tampoco explica del todo el conjunto de las prohibiciones; puede valer como razón para esta o aquella, pero no para el sistema como tal, que posiblemente sólo tiene un sentido diferencial: no comemos esto porque el vecino (que es un réprobo) lo come.
Como señala el mismo autor en el párrafo citado: "la clasificación [de Levítico] es más popular que científica y no arroja ninguna luz efectiva sobre las razones para distinguir lo puro de lo impuro."
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Intuía que debía venir por ahí, por el lado de los idólatras comen eso, nosotros no. Gracias.
Qué loco lo de los rumiantes! porque las palomas tampoco lo son y sin embargo las usaban "de acuerdo a la Ley"...
Estoy de acuerdo con los dos; siempre se han querido buscar razones higiénicas a la prohibición de ciertos alimentos; en el judaísmo, pero eso no tiene mucho sentido; porque sería darles unos conocimientos de nutrición que no creo que tuviesen
Pasa lo mismo que con nuestro ayuno; una cosa es ayunar y otra hacer dieta, como una cosa es ir de peregrinación, y, otra hacer senderismo
Aunque en el tema del ayuno, hay cosas descubiertas que no espero pasar muchos siglos sin comentar con vosotros; me refiero a la dimensión mística, porque si no, no tiene sentido; recuerdo que mi abuela materna, ayunaba siendo de más de 80 años, y, cuando le decían, “no tiene obligación, a su edad”, respondía de pecar tampoco; y, no le pedí permiso a nadie”, es que pese a ser una mujer que no sabía leer apenas; tenía ese sentido transcendente
Pero normalmente, se ayunaba, porque lo mandaba la Iglesia, y, claro cuando no hay motivo para obedecer, no obedeces puede que cumplas la norma, pero no obedeces, vamos que si puedes librarte te libras, pero bueno me estoy yendo de tema
Laura, dice y creo que lo lleva a su sitio; “lo comen los idolatras, yo no”
Salvo los que viniesen de los judíos de la diáspora; todos nuestros antepasados eran idolatras; de hecho tenemos en la Biblia, por no citar muchos textos
Uno, en el que se narra la entrada de Cornelio, en La Iglesia, el primer no judío; y, se cuenta una parábola, si alguien la quiere tomar al pie de la letra puede, no es preciso que nos asesine; en la que Pedro, judío de puro cepa, por lo tanto comedor de comida “kosher”; ve un mantel que baja con animalitos vivos; y una voz que le manda, Pedro, mata y come, a lo que éste responde, que nunca ha comido nada impuro; la voz responde, “Lo que Dios ha purificado, tú no puedes llamarlo impuro”; como la parábola la cuenta Pedro, no a Cornelio, si no a los que no querían gentiles en la Iglesia, para hacerles ver que la redención era para todos, Dios lo había purificado todo, toda la creación, por ende no había alimentos impuros, los idolatras, ya no eran impuros, tenían acceso por Jesús a Dios, si lo aceptaban, y, lo que comían era eso comida, Cornelio podía ser bautizado; y su comida bendita
Y, Pablo no recuerdo la carta, creo que debe ser de Romanos, hablando de la conciencia, alude a los cristianos, que pensaban que comer carne, sacrificada a un ídolo, era pecado, que el ídolo no es nada, y, que todo es comestible, pero que no se coma, si puede ser ocasión de escándalo, por la conciencia del otro, del débil en la fe; naturalmente él que se negaba comer; estos alimentos, que muy posiblemente fuesen de cerdos, y, otros animalitos prohibidos, pensaba que al tomarlos, entraba en cierta comunión con el ídolo; lo cual no era cierto, pero Pablo lo respeta, y, enseña a respetarlo; por cierto hace pocos días, se celebraba un mártir, que prefirió morir a comer alimentos de los ídolos, lógicamente, no había leído a San Pablo, o, no lo compartía
Pero en estos casos, que le dan la razón a Laura, y, a Abel, se muestra el sentido místico, de la comida, y por ende del ayuno
Un abrazo
Maite
“El mandamiento está muy cerca de ti, en tu corazón en tu boca”
La comida, tanto en su dimensión de cosa (los alimentos) como de acto (el hecho de comer) es una de las cosas más trascendentes de la vida cotidiana del hombre. Incluso aquellos que reniegan de toda forma de trascendencia, que dicen que sólo creen ser un pedazo de materia que se disolverá en poco tiempo, usan este refrán epicurio: "comamos y bebamos que mañana moriremos"... ¡y con lo mismo que niegan, afirman! porque ponen a la vista que el comer no es un mero ingerir alimentos, sino un acto de expresión humana.
No hace falta que diga esto entre cristianos, que tenemos la Cena del Señor como nuestro momento central de encuentro con él, pero hace falta quizás recordarse que ningún ser humano es tan materialista y animalizado que no le dé un valor diferencial a la comida, al sentarse a comer con este o con aquel, a comer esto en vez de aquello.
La comida es algo religioso por su propia naturaleza, lo religioso no le viene sobreañadido, como a otras cuestiones humanas, por eso son tan importantes desde ese punto de vista las costumbres alimentarias, incluyendo el valor de los ayunos y el modo como se plantean.
También eso significa que -aunque a veces parezca que nuestro sentido religioso está muy alejado del de nuestra época- siempre tenemos puentes con los que nos rodean, porque ellos comen y celebran, y nosotros celebramos y comemos, así que aunque no podamos a veces hablar de Dios, podemos entrar en comunión. Es un punto de partida fundamental.
Nada llama tanto la atención de los demás como las costumbres alimentarias, así que si queremos que nos vean (en el buen sentido, de poner la lámpara sobre el celemín) bueno es ayunar, buena es mantener cierta costumbre de abstinencia. Siempre con cara alegre, como pide Jesús, que no ayunamos para condenar la creación, sino para liberar sus significados, para comer mejor y expresar mejor la comunión que los alimentos muestran por sí mismos.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Es verdad, y si nos vamos a la Biblia, casi todo lo importante pasa en una comida, Abraham recibe el anuncio del nacimiento de Isaac, cuando da de comer a los forasteros
Jesús lo vemos siempre comiendo con sus amigos, y, donde nos da su mandato de Amor es en una Cena
Y, en realidad la Misa, es una Cena, aunque la celebremos a las 12 de la mañana
Y, los judíos celebran su liberación con una Cena
Los musulmanes, los buenos musulmanes que los hay, celebran el Ramadan con una Cena
Y saliendo del entorno sagrado, o religioso
Cuando uno, se encuentra con un amigo, o un conocido que hace tiempo que no vé, no le dice, “a ver si vienes un día por casa y vemos la tele”, si no, “a ver si te animas y, vienes un día a comer a casa”
Con una comida, se celebran cumpleaños, bautizos, santos
Con una comida se firman contratos
Con una comida se agasajan jefes de estado y de gobierno, aunque se odien, y, no quiten los ojos mutuamente porque no pueden
Pero qué hacemos hablando de comida, cuando hablamos de ayuno, y de ayuno sagrado no de dieta
No sé, pero tal vez tenga relación con lo que dice Jesús en Mateo, o tal vez en Lucas
“los compañeros del novio, no pueden ayunar, días vendrán en que se vaya el novio, entonces ayunaran”
Así que yo entiendo esta frase en el sentido, de que el ayuno es un vaciarse, un dejar por un tiempo, que lo material, y, por qué no también muchas cosas espirituales fuera, para preparar el encuentro con Él, y por encuentro no me refiero a la muerte, primero porque todo encuentro con Él es vida, si no al encuentro con su Persona, en la oración, en La Eucaristía, en la oración o lectura bíblica, donde sea
Y al mismo tiempo para verlo en el hermano que sufre, y compartir con él, por eso a veces incluso el ayuno, incluya no ayunar
Un abrazo
Maite
“Señor, enséñanos a orar”