Ayer estuve en la iglesia de San Nicolás, en Valencia, recientemente restaurada. La llaman "la pequeña Sixtina" por los murales impresionantes que cubren paredes y techo.

El mote es un poco exagerado, más bien publicitario. La calidad artistica de esas pinturas, por muy buenas que sean, no pueden compararse con la variedad infinita de la Sixtina, pero bueno, es aceptable como reclamo comercial: vengan y vean.

Lo que me resulta menos aceptable es el reemplazo de pobres por plantas, que ha traído la restauración.

Una de las dos entradas al templo es un pasillo bastante estrecho, de unos 40 mt, cercado por dos paredes, y a cielo abierto. Se ubicaban allí antes de la restauración, un pobre cada 2 o 3 metros, con su mano estirada, y la imposibilidad de pasar por alto su existencia.

No era agradable, es verdad, la miseria no es agradable nunca. Pero su presencia correspondía a la misión profética de la Iglesia: hay pobres, no cabe esconderlos.

Quizás uno no llevaba una moneda para darles, además, aunque le dieras a uno, te quedaban los otros 15... por mi parte sentía un poco de vergüenza al entrar: yo suelo ir a escuchar música allí, y antes de eso tienes que pasar por el filtro de darte cuenta que es un lujo que tú puedas ir a escuchar música, habiendo tanta gente que no puede nada... al menos agradeces a Dios lo poco que tienes, que es pura gracia, y no te crees que escuchar música es un "derecho humano".... en fin, hay muchas cosas que esos pobres dan.

Ahora hay plantas. Restauraron la iglesia, y hay que recuperar algo €€€: se convirtió en un centro turístico a tutiplén, y en el pasillo los pobres incomodaban, quedan mejor las plantas, que te hacen pensar en la belleza de la creación....

No quiero criticar al Sr. Rector del templo, o a quien sea que haya tomado la resolución. A mí los pobres también me molestan, prefiero no verlos. Sólo digo que está mal tomar esa clase de resoluciones, está mal que a uno le molesten los pobres, y hacemos bien si nos los dejamos delante para que nos molesten un poco.

No es lo mismo un pobre que una planta, y no es mejor una planta que un pobre, aunque espante un poco al turismo.

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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)

¿No será que les encontraron un mejor lugar?

Dios te oiga....

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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)