Hemos llegado al final al Octavo día, el día en que recordamos, “La Conversión de San Pablo”
El lema de este día es
“Reconciliados con Dios”, 2 Cor 5, 20
De las lecturas del día, escojo, la segunda la lectura del Apocalipsis
Apocalipsis 21, 1-5ª
Me encanta el Apocalipsis, y, el texto elegido para hoy, en cualquier clave que se lea, es precioso, y, hoy toca en clave ecuménica
El profeta de Patmos, empieza diciendo que ha visto un Cielo nuevo, y una nueva tierra, los viejos desaparecieron, nosotros sabemos que esos nuevos Cielos y Tierra nueva, aún se están formando, no geológicamente, pero ese mundo nuevo, se inicia con la muerte y resurrección de Jesús, el mar no existe, yo adoró el mar, pero el mar separa también, separa pueblos, países continentes, asi que lo veo, como la seña de que ha desaparecido, todo lo que nos separa, por eso digo que esta nueva tierra, está en construcción
Prosigue diciendo que ve a la Jerusalén celeste, bajar adornada como una novia para su esposo, una evocación al Cantar de los Cantares, esta Jerusalén es la Iglesia total, ya sanada, embellecida, que va consumar su Alianza esponsal con Cristo su Esposo,
El profeta vidente de Patmos, prosigue, Esta Iglesia esta Jerusalén celeste es la morada de Dios entre los hombres, Dios habita en ellos, al decir que la nueva Jerusalén La Iglesia total, es la morada de Dios entre los hombres, que Dios habita en ellos, es que ellos, son La Iglesia
Prosigue con el anuncio de la alegría eterna, ya no habrá muerte ni pena ni dolor, eso queda atrás; porque Dios lo hace nuevo todo
Y ese día en que la Nueva creación concluya, que lo veamos, los que antes ni como hermanos se veían alabaremos juntos a Dios
Tenemos a Dios trabajando a tope, lo que nos toca es no estorbar
Otras lecturas para el día de hoy, incluida esta son
Miqueas 4, 1-5 |
En los últimos días reinará la justicia |
Salmo 87 |
Maravillas se cuentan de ti, ciudad de Dios |
Apocalipsis 21, 1-5a |
Dios hará un cielo nuevo y una tierra nueva |
Juan 20, 11-18 |
Encontrarse con el Señor resucitado lleva a la misión personal |
“Martin Luther Khing, pastor baptista mártir de la Paz y la no violencia”
Ruega por nosotros
“Dietrich Bonhoeffer, pastor luterano, mártir por su oposición al nazismo”
Ruega por nosotros
“Teresa de Calcuta, religiosa, entregada a Cristo en el servicio a los más pobres, que nunca desprecio a ninguna Iglesia, ni ninguna Religión”
Ruega por nosotros
Y, como no, “Santa María, la mujer judía, pobre, humilde, sencilla, que parió a Jesús, sin ´´El cual no hay Salvación, y, sólo hay Infierno”
Ruega por nosotros
Ayer tuvimos la celebración en San Nicolás, mañana pondré un comentario y resumen de la misma
Un abrazo
Maite
“El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz”
En «La adoración del Cordero Místico», un cuadro de Van Eyck inspirado en el Apocalipsis, en especial en la imagen final que evocas con la lectura, un detalle interesante es que todos los personajes están caminando hacia el altar donde está el "Cordero Degollado"... parece inseparable la verdad divina del movimiento de caminar hacia ella, no de estar parados en ella, poseyéndola, sino estar dirigiéndonos, siempre en camino, hacia ella.
Hoy el Papa reiteró en su tuit algo que parece obvio, pero que es el corazón del ecumenismo: "La unidad de los cristianos se realiza caminando juntos, con el encuentro, la oración y el anuncio del Evangelio.".
¿Sirve para algo el Octavario? sí!!! precisamente porque en esos ocho días oramos juntos... ya llegará el día en que oremos juntos los 365 días. De momento 8 no es poco, además de todo lo que nos ocurre a todos en nuestro espíritu cuando entramos en la dimensión del "apremio de Cristo", cosas que nos quedan y nos van transformando, hasta que el buscar la oración con los otros sea algo de completa necesidad.
Gracias por tu meditaciones todos los días. A veces me agradeces, Maite, por lo que yo te haya podido ayudar estos años en la cuestión de comprender mejor la Biblia, debo decir que mi poca o mucha conciencia ecuménica actual te la debo a tu insistencia en el tema en estos foros, que fue de a poco acercándome más a ese apremio de Cristo para el que tantas veces estamos como dormidos.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)