Nada me puede separar de Dios
Pablo, es decir el Espíritu Santo es claro, ni la muerte, ni la guerra, ni el Cielo, ni el Infierno, me puede separar del Amor de Dios, manifestado en Jesús
Pablo como Jesús era judío, y, pensaba como tal, para nosotros, si una persona me salva la vida, me quita de un peligro, yo estoy en deuda con esa persona de por vida, le debo lo que hizo por mí, que es impagable; pero para los judíos es al revés
Si yo salvo la vida a una persona, si la quito de un peligro, estoy en deuda con ella, me hago responsable de ella, la he salvado, pues cargo con ella, por eso Pablo dice
“Quien nos condenará, Cristo Jesús, él que murió, y, resucito, he intercede por nosotros...”
No, porque precisamente hacerlo sería anular lo que hizo, al dar su Vida por nosotros se hizo responsable ante el Padre, de cada uno, no puede como buen judío, desentenderse de nosotros, tiene la obligación de cuidarnos y salvarnos, lo que hizo, y, hace, el Padre, si dejo que Jesús, nos diese su Vida, se obligó también, vamos que sólo yo, me puedo apartar de Dios, y, Dios no me va dejar
Un abrazo
Maite
“Resucito de verás mi amor y mi esperanza”