Dios está siempre a nuestro lado, como nos recuerda y decimos en el salmo 23
El salmista, lo dice bien claro, aunque pase por un valle tenebroso no temo mal alguno, porque tú, vas conmigo
El valle tenebroso, son esos momentos en la vida, en que todo, parece hundirse, en que no se ve salida, puede ser psicológico, o, real, motivos de todo tipo, pero el panorama se ve negro
El ateo, el no creyente, si no siente una mano amiga, por medio de la cual le toca Dios, aunque no lo sepa, puede acabar en el suicidio
El creyente, si en vez de Dios, se ha hecho un dios, también
Pero quien se apoya en Dios, el Dios Uno, y, Trino, no le desaparece el Valle Tenebroso, no hay milagrería, pasa por él, por el valle sufriendo, y, sabe que los que le apoyan, son instrumentos de Dios, sabe que en ese valle, el Padre, el Hijo, el Espíritu van con él; y, que no le dejan de su mano, que el Hijo, sufre con él, sabe que ese valle pasará, ignora, si lo acabará de pasar en esta tierra, o, en la Nueva, pero sí que lo pasara, porque sabe también, como dice otro Salmo, “No dejaras mi alma en el sepulcro, no dejarás a tu fiel experimentar la corrupción”
Sin embargo cuantas veces ante problemas grandes o no tan grandes, pero que magnificamos sobre todo, cuando son propios, cuento una anécdota en una peluquería, una señora se quejaba de que a sus 84 años le dolía aquel día sin motivo, un poco una rodilla, que no tenía por qué dolerle, la peluquera, cansada ya de la susodicha señora, le habló de una conocida de ambas amiga de la señora de la rodilla, y, bastante más joven que ella, diciéndole, “he visto a tu amiga, Fina, que mala cara, iba sonriendo como siempre, pero llevaba mala cara, hable con ella, y, me dijo que se iba para casa a meterse en cama que tenía dolores fuertes, pero bueno, que no sería nada, me dio pena”, la señora respondió, “si, ya sé está muy mal, pero lo de ella es normal, tiene cáncer, pero yo, no hay derecho que me duela la rodilla”
Pues bien a veces en estos problemas, puede que uno se imagine a Dios lejos, cuando está al lado, en cada uno, o simplemente no existiríamos
Y, también podemos dañarlo con las mal llamadas cadenas de oración, os aseguro que cada vez que alguien en el FCB pide orar por un señor que tiene mal el riñón, o que le dio un infarto, es que me ponen de los nervios, y, no tengo yo nada en contra de esas peticiones, pero no en el sentido en que parecen ir, no que se cumpla la Voluntad de Dios, sino que dios se vea presionado por tanta gente a hacer la curación, lo malo es que dios no tiene poder alguno, y Dios siempre hace su Voluntad que es además lo que nos conviene incluidos los enfermos que aparentemente no se curan, porque se han curado En La Casa
Un abrazo
Maite
“seguidme y os haré pescadores de hombres”