Génesis 18, 1-5 Abraham recibe a los ángeles en el Roble de Mambre
Este bello texto es el que se nos propone hoy, como primera lectura bíblica, en el Octavario de Oración por La Unidad de todos los cristianos
El relato como sucede con cualquier texto biblico es inmenso, pero aquí interesa una cosa su dimensión ecuménica.
Dimensión ecuménica, porque habla de acogida, de acogida a extranjeros, de acogida a unos hombres que no eran vecinos ni familia de Abraham
Y, el ecumenismo es sobre todo acogida, pero a diferencia de Abraham nosotros si acogemos a los que son de los nuestros, porque puede que no lleven nuestro nombre, si nuestro apellido, los cristianos lo somos todos, todos los bautizados en Nombre de La Santa e indivisa Trinidad, Todos los que confesamos a Jesús como El Verbo encarnado por la acción del Espíritu Santo en las entrañas de La Virgen María, muerto y resucitado para nuestra salvación
El anglicano, luterano, etc. no son para el católico, o no deben serlo porque no lo son, y a la inversa, extraños, menos enemigos, no son hermanos separados, los hermanos separados son los reprobos del Infierno, son hermanos, y, como dice nuestro querido Papa Francisco, hermanos de sangre, de la sangre que muchos de ellos están vertiendo para dar testimonio del Evangelio, y a los que los perseguidores matan sin preguntarles de que Iglesia o Comunidad son. Pero sobre todo, somos hermanos de Sangre, porque nos une La Sangre que Jesús El Verbo encarnado vertió por nosotros.
Por eso tenemos que acogernos unos a otros
Y, acogernos es orar unos por otros, y, unos con otros aunque no sea físicamente
Es conocer nuestras Iglesias y Comunidades y las suyas, por el estudio
Es colaborar juntos por la defensa de la vida, la verdad, la justicia
Para que Dios nos una cuando quiera, y como quiera En La Iglesia Cuerpo de Cristo.
Jesús ora con nosotros, por eso sabemos que Dios nos oyé
Lo pedimos por la intercesión de
De Santa María, Madre de Jesús, Madre de La Iglesia, Madre de La Unidad
Del Patriarca Abraham nuestro Padre en la Fe
De San Jerónimo, el Padre de La Iglesia que nos recuerda que desconocer La Escritura es desconocer a Jesús, y, La Biblia nos une a los cristianos
De San Pablo y su discípulo Timoteo, que vivieron ya los primeros conflictos entre cristianos
De San Juan de Calabría, que fomento las relaciones entre los cristianos
y de San Juan Pablo II, el Papa puso el ecumenismo como una prioridad
Un abrazo
Maite
“Padre que sean Uno, como Tú y Yo Padre somos Uno”