Ya estamos en el 5º día del Octavario.
La segunda lectura tomada del Apocalipsis,
Ap 22, 5-9
“Porque el Señor Dios será la luz que alumbre a sus habitantes”
Son palabras llenas de esperanza, de alegría, de ánimo, como todo el Apocalipsis cuando se lee bien, y no se transforma en un libro de terror
Dios será la Luz para todos los habitantes de la Jerusalén celeste, esa Jerusalén que empezamos a construir aquí, y, que es La Iglesia Cuerpo y Esposa de Cristo, Dios será es su Luz de los que ya viven en la Jerusalen celeste, pero Dios nos quiere a todos sus hijos allí, nos quiere a todos los cristianos, y, quiere a todos los hombres, por eso quiere que todos los hombres conozcan a su Hijo, por quien nos da el abrazo paterno, Dios quiere ser Luz hoy, y quiere serlo para el mundo, por medio nuestro, pero si seguimos enfrentados divididos, seremos luces que ciegan, seremos tinieblas
Mañana celebramos el día de La Biblia, algo muy grande en lo que estamos unidos, demos gracias por ello, y, sigamos orando al Padre para ser lamparas que transmiten la Luz de Jesús, y, para que Dios nos una cuando quiera y como quiera. En La Iglesia de su Hijo la que es su Cuerpo y su Esposa, para que seamos Uno, como el Dios Trino es Uno, y, el mundo crea, y sea salvado y nosotros también
Jesús ora con nosotros
Santa María Madre de Jesús. Ruega por nosotros
San Pablo. Ruega por nosotros
San Juan Pablo II. Ruega por nosotros
Martin Luther Küng. Ruega por nosotros
Mártires de todos los tiempos. Iglesias y Comunidades. Rogad por nosotros.
Un abrazo Maite