Su nombre es poco conocido, sin embargo sus pinturas están incorporadas a la vida mallorquí en iglesias y palacios. Miquel Bestard nació en Mallorca en 1592 y murió en 1633. Una vida corta pero prolífica en cuadros, tanto de tema religioso como profano. Sin embargo sus datos biográficos quedaron perdidos o confundidos hasta hace poco tiempo, en que se comenzó a investigar y sacar a luz fuentes documentales. Se lo conocía popularmente como "el pintor loco", no por ninguna enfermedad mental sino, según parece, por las imaginativas soluciones pictóricas de algunos de sus cuadros, y con ese mote se transmitió la autoría, perdiéndose casi su nombre verdadero.
Contrajo matrimonio en 1615 con Juana Batke, y del matrimonio nacieron cinco hijos. Perteneció a la burguesía mallorquina, a juzgar por los nombres y posición de los padrinos de sus hijos y en general por los ambientes en donde es posible reconocer su paso, tanto en lo profesional como en lo personal.
Murió el 9 de noviembre de 1633, posiblemente de manera repentina, ya que no llegó a hacer testamento, y fue entrerrado en la catedral, como era costumbre en su familia.
Su obra fue conocida y valorada durante dos siglos, sin embargo luego, al perderse rastro de su persona, se fue perdiendo también el interés por el conjunto, aunque siempre estaba allí, a la vista. En la actualidad, y gracias a investigaciones recientes y a algunas exposiciones que lo han tenido como protagonista, se ha vuelto a revalorizar.
En mallorquí puede leerse el trabajo "El pintor Miquel Bestard (1592-1633), el Mallorquí; notícies biogràfiques i aportacions al catàleg", de Marià Carbonell i Buades, del Departament d’Art de la Universitat Autònoma de Barcelona, experta que ha dedicado parte de su tarea profesional al redescubrimiento del pintor.