El nuevo arzobispo de Washington, el cardenal Robert McElroy, que asumirá su cargo en dos semanas, ha declarado que no tiene planes de reunirse con el presidente Donald Trump. Sin embargo, hace unos días McElroy sí ha mantenido una conversación telefónica con el expresidente Joe Biden para hablar sobre la crisis de salud del papa Francisco.
En su última conferencia de prensa como obispo de San Diego, McElroy ha insistido en que el papel de la Iglesia Católica en la capital de Estados Unidos “no es resolver problemas políticos ni dirigir políticas, sino dar testimonio y acompañar” a quienes se ven afectados por las iniciativas nacionales: “Estamos en un momento decisivo en la historia de nuestro país”, expresó el cardenal.
“Es un momento en el que realmente tenemos que lidiar con la cuestión de qué significa ser una sociedad compasiva y creer en la dignidad humana de cada persona”. El prelado ha hecho estas declaraciones ante la prensa en respuesta a preguntas sobre diversos temas, como el clima político y la postura de la administración Trump en materia de inmigración.
Inmigración y la postura de la Iglesia
La negativa del cardenal McElroy a reunirse con Trump se debe, entre otros temas, a su mala praxis en cuanto a la defensa de los derechos humanos. En este sentido, ha expresado su preocupación por el impacto de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en las iglesias, que consiste en la detención de los inmigrantes durante las misas, calificándolas como “una cuestión profundamente moral”.
Según el obispo, “estas acciones generan miedo entre los inmigrantes indocumentados y actúan como un factor disuasorio para la práctica libre de la religión”. Además, afirmó que el Papa Francisco se opondría firmemente a cualquier política de deportaciones masivas.
McElroy también mencionó la reciente carta del Papa a la conferencia de obispos, en la que se destaca que, aunque un país tiene derecho a controlar sus fronteras, es peligroso clasificar a los inmigrantes como criminales, ya que esto fomenta la discriminación y la deshumanización.
Enfoque en la labor pastoral
La misa de investidura de McElroy como arzobispo de Washington está programada para el 11 de marzo y hasta que la ceremonia de investidura se realice no asumirá oficialmente su nuevo cargo.
El cardenal tomará el relevo del cardenal Wilton Gregory. Su labor al frente de la diócesis estadounidense se centrará en el acompañamiento pastoral, especialmente a la comunidad latina, que es muy numerosa en su feligresía. Respecto a la demanda de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos contra el gobierno para reanudar la ayuda financiera al reasentamiento de refugiados, McElroy ha explicado que no tiene un papel directo en el litigio, aunque destaca el trabajo que Catholic Charities ha realizado en esta área con apoyo de fondos federales y estatales.