IUDAD DEL VATICANO, martes, 12 abril 2005 (ZENIT.org).- Los cardenales han comenzado en las congregaciones diarias que mantienen en estos días antes del cónclave intercambios de puntos de vista sobre la situación de la Iglesia, comenzando a delinear características que debería tener el próximo Papa.
La noticia fue confirmada por un comunicado de prensa emitido tras la congregación general de este martes por Joaquín Navarro-Valls, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Los purpurados, explicó el portavoz, «han comenzado un intercambio de ideas sobre la situación general de la Iglesia en el mundo y sobre la Santa Sede».
Estos intercambios son de gran utilidad para las futuras deliberaciones del cónclave, pues los cardenales a la hora de escoger al próximo Papa reflexionan ante todo en los desafíos que la Iglesia católica tiene que afrontar en estos momentos.
Esta es la reflexión, por ejemplo, que en el cónclave de octubre de 1978 les llevó a escoger al cardenal Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, en unos momentos en los que la vida de la Iglesia quedaba seriamente afectada por la división del mundo provocada por el bloque comunista.
Evangelización, familia y bioética, justicia social, papel del Papa y de la Santa Sede en una Iglesia universal que vive en un mundo globalizado son algunos de los argumentos que se tocan en estos intercambios.
Estas reuniones no son el cónclave y son muy diferentes del cónclave. Ante todo, porque en el cónclave se tratará ya de proponer y votar a candidatos, y porque en estas reuniones participan cardenales que no podrán acceder al cónclave por haber cumplido los ochenta años.
Ahora bien, en la primera congregación general o, según se van incorporando a ellas, los cardenales han pronunciado un juramento por el que ya desde ahora se comprometen a «mantener escrupulosamente el secreto sobre cualquier cosa quede algún modo tenga que ver con la elección del Romano Pontífice, o que por su naturaleza, durante la vacante de la Sede Apostólica, requiera el mismo secreto» (Cf. «Universi Dominici Gregis», n. 12).
El sábado pasado, a diferencia de ocasiones precedentes, ante el enorme interés de los medios, los cardenales decidieron dejar de conceder entrevistas a los medios de comunicación, a pesar de que esta prohibición sólo será jurídicamente normativa a partir del inicio del cónclave.
En una entrevista concedida a Zenit la semana pasada por el cardenal Adam Joseph Maida, arzobispo de Detroit, Estados Unidos, reconocía que «ninguno de nosotros conoce al otro demasiado bien y por consiguiente esta experiencia nos hará crecer; habrá una curva ascendente de aprendizaje respecto a los que no conocemos, y hablaremos con los que ya conocemos».