IUDAD DEL VATICANO, jueves, 28 abril 2005 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI mantuvo este jueves encuentros con varios de sus colaboradores más cercanos, el cardenal Camillo Ruini, obispo vicario para la diócesis de Roma, el arzobispo Angelo Comastri, vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano, y con su gran amigo, el cardenal Bernardin Gantin, decano emérito del Colegio cardenalicio, según anunció la Sala de Prensa de la Santa Sede.
El cardenal Gantin, originario de Benín, fue creado cardenal por Pablo VI junto al cardenal Joseph Ratzinger, en 1977, y fue hasta 1998 prefecto de la Congregación vaticana para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina.
El día anterior a la audiencia, este miércoles, el cardenal había revelado que en su encuentro con su antiguo amigo --durante años el cardenal Gantin fue miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el cardenal Ratzinger miembro de la Congregación para los Obispos-- pensaba hablar, entre otras cosas, de «mi África, donde volveré el próximo lunes para quedarme como el simple misionero romano que he decidido ser desde que regresé a Benín».
El cardenal africano, que trabajó durante unos treinta años en la Curia romana, en una entrevista concedida este miércoles al diario Avvenire, explica que el cardenal Ratzinger «siempre tuvo mucho respeto por sus hermanos. Siempre les escuchaba con atención y después expresaba su opinión, que no siempre coincidía con la del que le había precedido en la discusión».
«Es un hombre de cultura superior --añade--. Pero, sobre todo, un hombre de gran fe y de gran piedad. Es un hombre de oración. Es un hombre que se nutre del Concilio Vaticano II y es un hombre que conoce la tradición, que conoce los padres de la Iglesia», añade el cardenal Gantin.