(1) "... Sólo el hombre es imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26. 27), y llamo hombre no al que cumple acciones semejantes a los animales, sino al que, yendo más allá de su humanidad, llega hasta el mismo Dios. Sobre este punto hemos tratado nosotros mismos más detenidamente en nuestro tratado "Sobre los animales"" (Taciano, Discurso contra los Griegos, 15).
(2) "Los demonios, que dominan sobre los hombres, no son las almas de los hombres. Porque ¿cómo pueden ser capaces de acción después de muertos? A no ser que se crea que un hombre es, mientras vive, necio y débil, pero, una vez muerto, adquiere un poder más eficaz. Pero ni esto es así, como en otro lugar hemos demostrado..." (Taciano, Discurso contra los Griegos, 16).
(3) "Sobre nuestra forma de vida y nuestra historia siguiendo nuestras leyes, que han sido descriptas por los eruditos griegos, revelaremos en nuestro libro "Para aquellos que han propiciado ideas sobre Dios" todo lo que se ha dicho y quiénes fueron todos ellos" (Taciano, Discurso contra los Griegos, 40).
(4) "... (Rodón)..., confiesa que él mismo fue discípulo de Taciano en Roma y dice también que Taciano preparó un libro de "Problemas"; como Taciano prometiera hacer ver mediante ellos lo oscuro y oculto de las divinas Escrituras, el propio Rodón anuncia a su vez que va a exponer en un libro especial las soluciones de los problemas de aquél..." (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, V,13,8).
(5) "... No hay que pensar, como algunos explicaron, que el vínculo de la mujer con el hombre signifique la unión de la carne con la corrupción; dicha perícopa (cf. 1 Co 7,39-40), por el contrario, se opone a la interpretación de esos hombres impíos, que atribuyen directamente al diablo la institución del matrimonio, pues se corre el peligro de denigrar al legislador.
Me parece a mí que fue Taciano el sirio quien se atrevió a formular semejante doctrina. Así, en el libro "Sobre la perfección según el Salvador" él escribe textualmente: "El consentimiento permite la oración, pero la relación con la corrupción anula la eficacia mediadora. En todo caso [Pablo] impone límites mucho más severos en la concesión que hace. En efecto, al admitir que podían volver a unirse, sobre todo por causa de Satanás y para evitar la intemperancia, declaró que quien se deje persuadir servirá a dos amos: mediante el consentimiento, a Dios; mediante el disentimiento, a la intemperancia, a la fornicación y al diablo". Con esas palabras él explica el texto del Apóstol (cf. 1 Co 7,5)..." (Clemente de Alejandría, Stromata, III,12 [III,80,3--81,3]).
(6) "Taciano distingue entre el hombre viejo y el hombre nuevo, sin embargo no lo entiende como nosotros. Así nosotros estamos de acuerdo con él cuando decimos que el hombre viejo representa la Ley, y el hombre nuevo el Evangelio, pero no en el sentido que él pretende, ya que la Ley no es abolida por obra de Dios" (Clemente de Alejandría, Stromata, III,12 [III,82,2]).
(7) "En respuesta a Taciano que dijo que: "Hágase la luz" (Gn 1,3) era optativo, debemos decir: si por la oración reconoció al Dios supremo, ¿cómo entonces puede decir: "Yo soy Dios y no hay otro más que yo" (Is 44,6)? Dijo que no era un castigo por calumnias, tonterías y hablar licencioso, y que el castigo y la corrección fueron de advertencia. Además, solía decir que las mujeres fueron castigados a causa de su cabello y adornos por el poder a cargo de estas cosas, que este poder, que también proporcionó a Sansón fuerza a través de su cabello (cf. Jc 16,17), sancionó a las mujeres que por medio del adorno de su cabello cometían fornicación" (Clemente de Alejandría, Eclogae propheticae, 38).
(8) "Taciano no tuvo en cuenta que el verbo "hágase" en modo imperativo no siempre significa deseo. Y a veces por su forma ha de entenderse en imperativo. Por lo cual, sacó las conclusiones más impías sobre el versículo en que Dios dice: "Que haya luz" (Gn 1,3). Supone que Dios desea haya luz en vez de dar a entender que lo mandó. "Por eso", afirma Taciano con sus ideas impías, que "Dios estaba en tinieblas"" (Orígenes, Sobre la oración, 24).
(9) ""Daban a beber vino a los nazireos y conminaban a los profetas diciéndoles: No profeticen" (Am 2,12). En este pasaje intenta afianzar su herejía Taciano, el jefe de los encratitas, asegurando que no se debe beber vino, puesto que la ley prohibe que los nazireos beban vino, y aquí son acusados por el profeta de proporcionar vino a los nazireos " (Jerónimo, Commentariorum in Amos prophetam, I,12).
(10) "Taciano, patriarca de la encratitas, el cual también repudió una serie de cartas de Pablo, cree que esta, es decir, "A Tito", fue sin duda del apóstol, dando poca importancia a la afirmación de Marción y otros que de están de acuerdo con él sobre esto" (Jerónimo, Comentarii in IV epistulas paulinas; in ep. ad Tit. praef.).
(11?) ""Quien siembra en su propia carne, de la carne también cosechará corrupción" (Ga 6,8)... Taciano, quien introdujo la idea de que la carne de Cristo era imaginaria y pensó que cada unión de un hombre y una mujer era inmunda, el muy vehemente fundador de la herejía de los encratitas, se aprovechó del presente texto como prueba del siguiente argumento en contra de nosotros: "Si alguno siembra en la carne, de la carne cosechará corrupción; entonces quien tiene sexo con una mujer siembra en la carne, por lo que también el que tiene relaciones sexuales con la esposa y siembra en su carne, cosechará corrupción de la carne"" (Jerónimo, Comentarii in IV epistulas paulinas; in ep. ad Gal., 6,8).