IUDAD DEL VATICANO, domingo, 19 junio 2005 (ZENIT.org).- Consciente de la denuncia que sólo las cifras de víctimas expresan --con el «drama» de la prostitución, de la explotación, del tráfico de mujeres y del turismo sexual--, el Vaticano busca unir esfuerzos para acudir en ayuda de las mujeres en dificultad, por lo que ha convocado el I Encuentro Internacional de Pastoral para la liberación de las mujeres de la calle (20 y 21 de junio).
Es una iniciativa del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes (Cf. Zenit, 14 junio 2005), en cuya sede, en Roma, se reunirán --procedentes de 24 países-- medio centenar de representantes de Conferencias Episcopales, congregaciones religiosas, asociaciones e instituciones.
En su mayor parte son europeos, pero también habrá presencia latinoamericana, africana y asiática.
Se trata de que la reflexión e intercambio de experiencias de este I Encuentro se abra al mundo entero, en la medida de lo posible.
Objetivo de esta convocatoria es la cooperación, con cierta coordinación, de las fuerzas ya comprometidas en primera línea en ayudar pastoralmente a las mujeres en condiciones de dificultad.
Los aspectos del problema --alerta el dicasterio organizador-- van «desde el drama de la prostitución, de las explotación, al tráfico de mujeres y al turismo sexual. En la base del ?fenómeno?» también están «las migraciones, deficiencias familiares y sociales, problemas económicos y el pansexualismo imperante».
De acuerdo con las cifras que aporta el Pontificio Consejo, el fenómeno cada año involucra a un millón de personas (considerando el tráfico de seres humanos) con mujeres y niños en situación de mayor riesgo, procedentes de países en vías de desarrollo.
Sólo en Tailandia se calcula que hay entre 150 mil y 200 mil mujeres de la calle, de las que 35 mil tienen menos de 18 años. En Italia se estima la cifra en 40 mil --4 mil menores y muchísimas extraeuropeas--.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que medio millón de mujeres procedentes de Europa Oriental son esclavizadas y obligadas a prostituirse en Europa Occidental.