UENOS AIRES, lunes, 27 junio 2005 (ZENIT.org-Aica).- El obispo de San Luis, monseñor Jorge Luis Lona, ha denunciado la existencia de un proyecto de ley en esta provincia argentina, que apoyaría con todos los recursos públicos necesarios las esterilizaciones quirúrgicas tanto de mujeres como de varones.
«La esterilización --dice el prelado en un comunicado de prensa-- es el más extremo y absoluto de los métodos anticonceptivos. No es una mutilación del cuerpo solamente, sino que queda mutilada toda la persona y su proyecto de vida. Es un método prácticamente irreversible, definitivo. La equívoca indicación de que también se apoyarían las ?recanalizaciones? de quienes lo desearan, omite aclarar que sólo en un número ínfimo de casos eso ha sido funcionalmente posible».
El obispo advierte, también, que no es verdad que la esterilización se aplique a mujeres con un elevadísimo número de hijos, ya que «las experiencias reales indican que la mayoría de las destinatarias de la esterilización femenina son jóvenes con pocos hijos, usualmente bajo el nivel de pobreza. Muy a menudo lo lamentan después, con dolorosas consecuencias psicológicas, pero ya es demasiado tarde».
La esterilización, señala más adelante, es «un método vinculado a la injusticia llamada "eugenésica"», en la que «pierden la posibilidad de procrear los presuntamente "menos aptos?», y también «supone una desigualdad para la mujer, pues el varón es mucho más reacio a ser esterilizado».
Por último, monseñor Lona denuncia también que el proyecto provincial no admite la objeción de conciencia por parte de los profesionales de la medicina, obligándolos a practicar la esterilización, conducta que transgrede el Código Penal argentino que establece una pena de reclusión o prisión de tres a diez años al causante de una lesión que «prive de la capacidad de engendrar o concebir». Según el proyecto de ley, el médico quedaría obligado a cometer un delito.
La denuncia del obispo sanluiseño está precedida por párrafos de la encíclica «Evangelium vitae», de Juan Pablo II, donde éste «preveía y denunciaba proféticamente» lo que «está ocurriendo hoy en nuestra patria y en nuestra provincia, puestas en esta materia bajo el influjo de los grandes poderes mundiales».