CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 24 octubre 2004 (ZENIT.org).-
1. Hoy se celebra la Jornada Misionera Mundial, dedicada a la oración y al apoyo concreto a las misiones. Además, en este día, todos los creyentes son invitados a reavivar su propia responsabilidad en el anuncio del Evangelio a todas las gentes. Doy las gracias al cardenal prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y a las Obras Misionales Pontificias que, en mi nombre, promueven esta Jornada y aliento las iniciativas diocesanas y parroquiales orientadas a este objetivo.
2. Saludo de todo corazón y doy profundamente las gracias a todos los misioneros y misioneras, comprometidos en las fronteras de la evangelización. Les aseguro un recuerdo especial en la oración. De manera particular, pienso en cuantos han coronado con el sacrificio de la vida el testimonio de Cristo y el servicio al hombre.
3. Que María santísima, Reina de las misiones, obtenga por doquier en la Iglesia el don de numerosas vocaciones a la vida misionera.
[Traducción del original italiano realizada por Zenit. Después de rezar el Ángelus, el Santo Padre pronunció este saludo en castellano:]
Saludo a los peregrinos de lengua española, especialmente a la Hermandad del Señor de los Milagros, así como a los peruanos y latinoamericanos residentes en Roma, llegados a esta Plaza con la venerada imagen. ¡Gracias por vuestra presencia y oración!