OMA, 25/10/04 (ZENIT.org).- Un «libro valiente» en el que la autora «ha querido mirar dentro del propio ser»: así define el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, el volumen en el que la vaticanista de «Panorama», Alessandra Borghese, relata su proceso de conversión.
«Con ojos nuevos: historia de mi conversión», recientemente publicado por ediciones Piemme en Italia, se presentó el Roma el miércoles pasado en el Palazzo Ruspoli.
«Este relato de Alessandra tiene la rara cualidad de ser una historia verdadera --reconoció Navarro-Valls en su intervención en el encuentro--. Hubo un tiempo, me refiero a la Inglaterra de la época victoriana, en que hablar del cuerpo humano y de sus funciones, incluso en literatura, era inconveniente e indecente».
«Hoy existe un nuevo tabú: hablar de la propia alma --observó--. A causa de este silencio sobre el alma, la vida moderna se vive de manera cada vez más ?impersonal? y ?superficial?».
En su opinión «?Con ojos nuevos? es un libro valiente en este sentido. La autora ha querido mirar en lo profundo de su propio ser. Y el ser humano es problemático por sí mismo si no se confronta con Dios».
«En sus páginas apela a menudo al tema de ?fiarse? de Dios, que es algo más respecto al simple ?creer? --añadió Navarro-Valls--. ?Fiarse? implica un abandono en las manos de Alguien que es el fin último de mi existencia».
Y es que «confiar en Dios es crecer en la fe», añadió por su parte el ex presidente de la República Italiana, Francesco Cossiga. Pero «el concepto de fe es distinto que el de religión. También los griegos y los romanos eran religiosos. Creer en Dios es un acto de voluntad, no de inteligencia», expresó.
«¿Por qué he escrito este libro? Cuando una persona se encuentra con Jesucristo a través de la reflexión evangélica, a través de la Eucaristía y tantas otras experiencias, su vida puede cambiar muchísimo», explicó la propia Alessandra Borghese, también colaboradora de «Tempo» y «Newsweek».
«En el plano exterior mi vida no ha cambiado mucho: sigo haciendo las mismas cosas de antes, realizo las mismas actividades. Pero vivo mi existencia con ojos nuevos. Y esta bellísima sensación no he podido guardarla para mí. Por lo tanto he querido utilizar mi pequeño talento de la escritura para transmitir mi experiencia a todos vosotros», aclaró.
Descendiente de la antigua aristocracia romana, Alessandra Borghese testimonia en 174 páginas su proceso de fe originado cuando, por la intensa amistad que le unía a Leonardo Mondadori, fue introducida en el ambiente del Opus Dei.
Aquél fue el período de su conversión, del que el relato parte. Ello llevó a la autora del libro a aumentar su conocimiento de las personalidades de la Iglesia en Italia y en el Vaticano, entrando finalmente en el mundo del periodismo cuando se le pidió que escribiera como vaticanista para el semanario «Panorama».
Reconociendo la cualidad literaria del nuevo volumen, Francesco Cossiga sobre todo aludió a las «valientes confesiones» que contiene, que no se echan a perder por el «orgullo de la virtud» que caracterizaba a los fariseos. «Un católico pecador es infinitamente más santo que un católico orgulloso», afirmó el senador vitalicio.