AGDAD, miércoles, 21 septiembre 2005 (ZENIT.org).- Su Beatitud Emmanuel III Delly, Patriarca caldeo de Bagdad, se ha reunido con el presidente y con el primer ministro iraquíes para comunicarles que los obispos católicos se oponen a pasajes clave del borrador de la Constitución, argumentando que «abren las puertas» a la discriminación de los cristianos y otros grupos no musulmanes.
El patriarca ha pedido que se introduzca un cambio de última hora en la Constitución, concretamente, en un artículo que, según los obispos, resulta contradictorio en la cuestión clave de los derechos religiosos de las minorías.
En la reunión del 18 de septiembre, el patriarca presentó una declaración conjunta de los doce obispos del país, en la que manifiestan su preocupación por el porvenir de la comunidad cristiana.
Estos prelados de las Iglesias caldea, armenia, latina y asiria elogian los artículos 2.1 (b) y 2.2, que defienden la libertad y los derechos religiosos, pero critican el artículo 2.1 (a), que dice así: «No se podrá aprobar ninguna ley que viole los preceptos del Islam».
La declaración de los obispos concluye así: «La Conferencia Episcopal está muy preocupada y atemorizada ... por el artículo 2.1 (a), que permite que se aprueben leyes que son injustas para los no musulmanes. La Conferencia insiste en que este mensaje sea enmendado o eliminado».
Monseñor Andreas Abouna, obispo auxiliar de Bagdad, ha enviado esta declaración a la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) en la que aclara: «No estamos en contra de que el Islam sea en Irak la religión de Estado. Sabemos que la mayoría iraquí es musulmana, pero el problema es que la Constitución no es unívoca. Tiene partes buenas, ¿pero qué ocurre con las demás? Por ejemplo: ¿estarán las mujeres cristianas obligadas a llevar el velo?».
La preocupación de los obispos acerca de la protección de los derechos de los cristianos no se centra tanto en el futuro inmediato, dado que los que ahora gobiernan el país han manifestado buena voluntad para con los no musulmanes.
Más bien, les preocupa que si un día el Gobierno iraquí se volviera menos tolerante, la «vaga» Constitución actual deje de proteger a los cristianos. La Constitución será sometida a referéndum el 15 de octubre.