IUDAD DEL VATICANO, 8 de noviembre de 2005 (ZENIT.org).- Una exposición que tiene lugar en estos momentos en el Vaticano muestra gráficamente que no es posible comprender el origen del arte cristiano sin la Biblia.
Ya en el tercer siglo después de Cristo los contenidos de la Sagrada Escritura se transmitían a la posteridad mediante esculturas y pinturas, pues los artistas, muchos de ellos anónimos, relataban con imágenes esculpidas en mármol los episodios bíblicos.
Para dar a conocer el enorme tesoro artístico, cultural y de reflexión teológica del arte paleocristiano, del 29 de septiembre de 2005 al 7 de enero de 2006, se presenta la exposición «La Palabra esculpida. La Biblia, en los orígenes del arte cristiano».
La iniciativa celebra los cuarenta años de la publicación de la constitución dogmática «Dei Verbum», del Concilio Vaticano II.
La muestra del Museo Pío Cristiano ha sido organizada por los Museos Vaticanos, la Alianza Bíblica Universal y el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos.
En la exposición es posible ver textos de la Sagrada Escritura, en especial el Evangelio de san Marcos y el Libro de Jonás, junto a esculturas de los sarcófagos paleocristianos de la colección de los Museos Vaticanos.
El profesor Umberto Utro, responsable del departamento de Arte Cristiano de los Museos Vaticanos, explica a Zenit que la intención de la iniciativa es «recuperar un enorme patrimonio histórico, no sólo para quienes viven en Roma sino para toda la humanidad».
«Es paradójico que justamente nosotros, los cristianos, desconozcamos este patrimonio --comenta--. Me ocupo de arte cristiano antiguo, de sarcófagos paleocristianos y de iconografía paleocristiana, y puedo decir que es difícil hacer comprender estas imágenes y monumentos».
Según el organizador se da una situación «paradójica», «porque poseemos una riqueza, un tesoro que nos dice todo sobre el patrimonio de la comunidad cristiana de los orígenes, que es un patrimonio fundamentalmente bíblico-teológico, en cuanto reflexión de la Iglesia sobre la revelación de Cristo».
«Es decisivo descubrir, junto a las imágenes de los milagros de Cristo o de temas del Antiguo Testamento, el pasaje de la Escritura que las ha inspirado», reconoce.
Las imágenes son de los sarcófagos del Museo Pío Cristiano. «La colección más importante del mundo ?asegura el profesor--, no hay otra tan rica de documentos cristianos antiguos de aquel periodo, del tercer al quinto siglo después de Cristo».
La idea del celebrar el aniversario de la «Dei Verbum», indica el experto, se debe a que es una iniciativa ecuménica, en colaboración con la Alianza Bíblica Universal y el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristiano.
Este documento conciliar ha permitido a las iglesias cristianas trabajen juntas para profundizar el conocimiento y traducción de la Sagrada Escritura.
Para favorecer la divulgación de la Escritura, distribuyen gratuitamente a todos los visitantes un folleto con los textos, en versión interconfesional, del Evangelio de Marcos y del Libro de Jonás, ilustrados con imágenes de los sarcófagos.
«Con ensayos y las imágenes publicadas en tono divulgativo, tratamos de profundizar el conocimiento de las primeras comunidades cristianas», afirma el profesor Utro.