IUDAD DEL VATICANO, lunes, 21 noviembre 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha aclarado que la dignidad del ser humano no se identifica con los genes de su ADN, de manera que no disminuye cuando hay defectos genéticos.
Su aclaración resonó este sábado en la Sala Clementina del palacio apostólico vaticano donde fue se encontraban reunidos unos 700 médicos, científicos, filósofos, teólogos para participar en una conferencia organizada por el Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud sobre «El genoma humano».
«Los hombres de nuestro tiempo, sensibilizados por las terribles vicisitudes que han cubierto de luto el siglo XX y el mismo inicio de éste, son capaces de comprender que la dignidad del hombre no se identifica con los genes de su ADN y que no disminuye con la eventual presencia de diversidades físicas o de defectos genéticos», explicó.
En el discurso que dirigió en italiano, constató que «el principio de la "no discriminación" en virtud de factores físicos o genéticos ha entrado profundamente en las conciencias y está enunciado formalmente en las Cartas sobre los derechos del hombre».
«Este principio tiene su fundamento más auténtico en la dignidad propia de cada ser humano por el hecho de haber sido creado a imagen y semejanza de Dios», afirmó citando el primer capítulo del Génesis.