NCONA, domingo, 4 diciembre 2005 (ZENIT.org).- El padre Jesús Castellano Cervera, ocd, ha ilustrado en un congreso de mística en Ancona (Italia) la reciente preocupación del magisterio de la Santa Sede por la oración.
Aunque «a lo largo de la historia ha habido pocas intervenciones autorizadas del magisterio sobre este tema» recordó que desde el 1989 ha habido un interés particularmente intenso por la temática.
Según explicó hay tres documentos claves que ilustran el nexo entre oración y magisterio, y estos son la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe «Orationis Formas» del 15 de octubre de 1989 --en cuya redacción participó el mismo--, el Catecismo de la Iglesia Católica --sección cuarta-- y la carta de Juan Pablo II «Novo Millennio Ineunte».
Para este carmelita descalzo español, la «Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana» u «Orationis Formas» es un texto que debe ser tenido en cuenta para entender los «criterios para guiar a los fieles católicos ante nuevos métodos de la meditación como es el caso de las técnicas del Oriente religioso».
En su intervención en el congreso «Experiencia mística cristiana, místicas no cristianas y nueva religiosidad en Occidente», el padre Castellano, profesor del Teresinaum Teresianum reveló este sábado detalles sobre la gestación de este documento.
«Después de varias reelaboraciones el texto permaneció fundamentalmente como fruto de la mente y del estilo de Hans Urs Von Balthasar, con las sugerencias de otros expertos», explicó.
El texto es un intento de esclarecer lo específico de la meditación cristiana ante la irrupción y fascinación de algunas técnicas orientales de meditación.
Para el padre Castellano es relevante recordar «la originalidad de la oración cristiana ligada a la estructura y al contenido de la revelación cristiana», así como «los criterios para orientar un auténtico ejercicio de la meditación cristiana que impliquen a todo el orante, también su cuerpo y sus sentimientos».
«No se trató de una carta censurando o condenando los métodos orientales bien integrados en la praxis cristiana de la meditación», sino que es un documento que ofrece «criterios doctrinales para una guía auténtica y para el discernimiento de las praxis actuales de meditación».
Según este consultor de varios dicasterios vaticanos, entre ellos el de la Congregación para la Doctrina para la Fe, «las técnicas orientales aplicadas a la oración cristiana han provocado un despertar de la misma meditación cristiana».
En el congreso sobre mística organizado por el Centro de Estudios Oriente y Occidente el experto en espiritualidad señaló que Oriente ha proporcionado a la oración cristiana «una valoración del silencio, una mayor atención al cuerpo en la oración que lleva hacia una sensibilidad por la integración armónica y a una apertura a la guía espiritual».
El padre Castellano Cervera, ocd, finalizó aclarando que «la oración cristiana es meditación que tiende a la comunión, y no a la fusión, con el Dios trinitario».