IUDAD DEL VATICANO, martes, 7 febrero, 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha recibido en audiencia a fray José Rodríguez Carballo, ministro general de la Orden de los Frailes Menores, comúnmente conocidos como franciscanos, para manifestar su cercanía a la familia religiosa que ha comenzado las celebraciones del octavo centenario de su fundación.
El encuentro, según informa el mismo ministro, tuvo lugar al día siguiente de la publicación de la encíclica «Deus caritas est» (26 de enero de 2006).
En un comunicado, fray José Rodríguez ha revelado que, en el encuentro personal, el pontífice demostró particular interés por el proyecto del Centenario, «que juzgó muy apropiado para conseguir una verdadera renovación de la Orden».
«Nos anima a seguirlo fielmente hasta el final, sin desfallecer, pues "será muy provechoso para la Orden y para la Iglesia"», indica en el texto.
«Las prioridades que tiene la Orden en estos momentos», fueron otro de los argumentos afrontados, en particular, «dar una mayor calidad a nuestra vida, evangelización “ad gentes”, formación y estudios, servicio para el diálogo».
«También hemos hablado de algunos problemas que nos afectan como Orden, particularmente de los abandonos y de la falta de vocaciones en algunos países», revela el religioso.
«Sobre el discernimiento vocacional», el Papa «pidió hacerlo con "seriedad y serenidad" para "poder verificar las verdaderas motivaciones"», afirmó al tiempo que alentó a impulsar «la misión “ad gentes”».
«El Santo Padre me preguntó sobre algunas situaciones particulares, a las cuales respondí con total franqueza y sinceridad y sobre las cuales el Santo Padre mostró mucha comprensión», indica el superior franciscano.
«Y todo esto --añade-- en un clima de gran cordialidad y afecto de su parte hacia nuestra Orden. Os confieso que tenía la sensación de estar ante un padre que conoce muy bien nuestro carisma, que conoce bien nuestra Orden y que nos ama. Sí, una vez más, he podido constatar su cercanía y su amor hacia nosotros».
«Tenemos un pastor que nos quiere. Respondamos con generosidad a tanto amor, viviendo nuestra fidelidad al Evangelio en la Iglesia y en comunión plena con la Iglesia», exhorta a la Orden.
«Al final del encuentro le presenté algunas peticiones en nombre de la Orden, que acogió con gran benevolencia», revela.
«Al término de la audiencia personal conmigo recibió a los miembros del Definitorio general que pudieron así saludarlo personalmente --concluye el franciscano--. El encuentro concluyó con la Bendición Apostólica que Benedicto XVI impartió a los presentes y a todos los hermanos de la Orden».
En estos momentos, la Orden cuenta con unos 16.000 religiosos, desplegados en 110 países de los cinco continentes.