OGOTÁ, viernes, 3 marzo 2006 (ZENIT.org).- La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) ha lanzado un llamamiento a todos los hermanos y hermanas de vida monástica y contemplativa: se necesita su apoyo en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (VCG).
Así lo reconocen en una carta el cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa --arzobispo de Santiago de Chile y presidente del CELAM-- y el obispo Andrés Stanovnik --de Reconquista (Argentina), secretario general del organismo--.
Dicha Conferencia reunirá en mayo de 2007 a obispos que en estos momentos representan al 43% de los católicos de todo el mundo.
«El Santo Padre Benedicto XVI ha comprometido su presencia en la apertura de la V Conferencia General, junto al Santuario Nacional de Nuestra Señora Aparecida, en Brasil», recuerdan los prelados, que firman la misiva en nombre de la presidencia del CELAM.
El gran encuentro eclesial girará en torno al tema aprobado el pasado julio por el Papa: «Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida. “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14,6)».
Este es el marco en que la presidencia del CELAM invita a la vida monástica y contemplativa, «en espíritu de comunión y fraternidad, a rezar por la VCG».
Además piden a todos los hermanos y hermanas de vida contemplativa que participen «activamente» en la reflexión –emprendida en todo el continente sobre el tema propuesto por el Papa-- y «envíen sus aportaciones a través de sus respectivas Conferencias Episcopales».
«A fin de que todo este trabajo sea vivido como una verdadera expresión de fe, ardorosa y comprometida --dice la carta--, el Santo Padre nos ha entregado una hermosa Oración para la V Conferencia [Zenit, 30 noviembre 2005. Ndr], que ahora quisiéramos confiar especialmente a todas las comunidades contemplativas y a la intimidad con el Señor de cada corazón consagrado».
«Queridos Hermanos y Hermanas –piden a la vida monástica y contemplativa--: ayúdennos a caminar con la fuerza de sus oraciones hacia la V Conferencia».
«Acompáñennos suplicando la luz del Espíritu Santo durante su celebración, para que Él ilumine nuestras mentes y despierte entre nosotros el deseo de contemplar a Jesucristo, el amor a los hermanos, sobre todo a los afligidos y el ardor de anunciarlo al inicio de este siglo, y así responder con fidelidad a nuestra vocación de discípulos y misioneros suyos para que nuestros pueblos en Él tengan vida», añaden.
[Web de la VCG: www.celam.info]