ERUSALÉN, domingo, 5 marzo 2006 (ZENIT.org).- Representantes cristianos de Tierra Santa han apreciado la petición de perdón de las autoridades israelíes después de los petardos lanzados este viernes contra la Basílica de la Anunciación en Nazaret.
En torno a las 17,30 hora local del 3 de marzo, un hombre israelí entró en la Basílica, acompañado por su esposa e hija, y colocó unos explosivos que hizo estallar detrás de la Gruta de la Anunciación, según han informado a Zenit los representantes católicos oficiales.
Cuando las personas que se encontraban en la parte superior de la Basílica siguiendo las estaciones de la Pasión de Cristo (el Vía Crucis) del primer domingo de Cuaresma escucharon la explosión, quedaron aterrorizadas. Los fieles capturaron a las personas que habían realizado el ataque y les encerraron en una habitación, siguen informado estas fuentes.
Entonces, miles de personas de Nazaret y de los pueblos cercanos de diferentes confesiones religiosas se congregaron ante la Basílica para defender el recinto hasta altas horas de la noche.
Los líderes cristianos y musulmanes, así como el alcalde de Nazaret y las autoridades civiles colaboraron para salvar la vida de los atacantes ante la enfurecida reacción popular y trataron de calmar a la muchedumbre congregada.
Al mismo tiempo, las autoridades israelíes pidieron perdón a los líderes cristianos, tanto al arzobispo Giovanni Lajolo, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, como a las autoridades eclesiásticas locales: Su Beatitud Michel Sabbah, patriarca latino de Jerusalén, y al custodio franciscano, el padre Pierbatuista Pizzaballa.
El Patriarcado Latino, la Custodia de Tierra Santa, y los jefes de las Iglesias en Galilea publicaron este sábado un comunicado en el que agradecen «a las autoridades israelíes, en particular a Ehud Olmert primer ministro, y al Ministerio de Asuntos Exteriores las excusas presentadas a los líderes cristianos».
«En este gesto, vemos su comprensión de la gravedad de los hechos y las importancia de emprender esfuerzos de educación para evitar estos incidentes en toda circunstancia», afirman.
El comunicado agradece también el que personas de todas las creencias salieran en defensa de los Santos Lugares, e interpretan este gesto como un esfuerzo para evitar que estos hechos puedan repetirse.
Estos hechos, concluyen los líderes cristianos, demuestran que es necesario renovar la educación en Israel, pues debe llevar «a respetar y a aceptar a los demás», independientemente de su religión.