IUDAD DEL VATICANO, martes, 11 abril 2006 (ZENIT.org).- En la tarde de este martes se revivió en el Vaticano la antigua costumbre de la celebración de la Penitencia, con motivo de la Semana Santa, que tuvo lugar según el rito para la reconciliación comunitaria, con confesión y absolución individual.
En nombre de Benedicto XVI, el acto en la Basílica de San Pedro, el cardenal James Francis Stafford, penitenciario mayor quien en su homilía explicó que «la oscuridad del pecado no podrá suprimir nunca la luz de la misericordia divina».
El purpurado estadounidense reconoció que esta es la respuesta para las muchas personas que hoy se preguntan si es posible perdonar, sobre todo cuando se trata de crímenes malvados, como la violencia contra los niños o los asesinatos de masa de inocentes.
Según había explicado el arzobispo Piero Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias, se trataba de un rito que era tradicional en Roma en el Jueves Santo hasta el Renacimiento.
Tras la sobria procesión en silencio y la oración ante el Crucifijo, la celebración continuó con la Liturgia de la Palabra, y la homilía del cardenal Stafford.
A continuación, tuvo lugar el «Rito de la reconciliación», conformado por la fórmula de la confesión general de los pecados, seguida por algunas invocaciones de perdón y el Padrenuestro.
Acto seguido, se dio inicio a la confesión y absolución sacramental individual para la que se pusieron a disposición 60 confesores que administraron el sacramento en 26 idiomas.
Durante ese largo tiempo, los fieles cantaban salmos e invocaciones de perdón.
El acto concluyó con una breve exhortación del cardenal Stafford a cumplir obras buenas, con la acción de gracias y la bendición.