OCHI, martes, 27 junio 2006 (ZENIT.org).- «La tarea que estoy emprendiendo no es fácil, pero es lo que se me ha confiado y lo acepto con humildad. El Vaticano está haciendo cuanto está en su mano para promover la paz en Irak», declaró el designado nuevo nuncio apostólico en el país.
A días de su consagración episcopal, monseñor Francis Assisi Chullikatt recordó a la agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews»: «Nuestro amado Juan Pablo II hizo diversos llamamientos personales y envió delegados tanto al presidente George W. Bush como a Saddam Hussein para intentar evitar el conflicto».
«Paz y reconciliación entre las partes en conflicto y las religiones» es la «máxima preocupación y el primer compromiso» del nuevo representante papal en Irak.
«Mi lema será “Fide e Vertute”, que significa “por el poder de la fe”. La fe más firme es la que pongo en Dios, la “estrella” que me guía desde que fui ordenado sacerdote y que será mi única guía para siempre», admitió a la agencia del PIME.
Fue el pasado 29 de abril cuando Benedicto XVI nombró nuevo nuncio apostólico en Jordania e Irak a monseñor Francis Assisi Chullikatt, hasta entonces consejero de Nunciatura.
Originario de Bolghatty (la India), donde nació el 20 de marzo de 1953, fue ordenado sacerdote el 3 de junio de 1978 para la diócesis india de Verapoly. Estudió Derecho Canónico en Roma. Ingresó en el servicio diplomático de la Santa Sede el 15 de julio de 1988.
Ha prestado su servicio en las representaciones pontificias de Honduras, África del Sur, Filipinas, la ONU --en Nueva York-- y en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado del Vaticano. Habla inglés, francés, italiano y español.
Sustituye en el cargo diplomático al arzobispo Fernando Filoni, nombrado por el Papa nuncio apostólico en Filipinas.
Monseñor Chullikatt fue consagrado obispo el pasado domingo (recibiendo la sede titular italiana de Ostra y la dignidad de arzobispo) de manos del arzobispo Giovanni Lajolo --secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados--, confirma el servicio informativo del episcopado indio (ICNS).
La solemne celebración tuvo lugar en Kochi (archidiócesis de Verapoly, estado indio de Kerala). Acudieron el nuncio apostólico en la India –el arzobispo Pedro López Quintana-- y el arzobispo local Daniel Acharuparambil, entre otros prelados.
Tras su consagración episcopal, monseñor Chullikatt insistió en que su misión será promover la paz en Irak. «Estoy feliz de ir al convulsionado país. Estoy seguro de que me dará una oportunidad de servir a la Iglesia con vigor y valor», expresó.
Igualmente recalcó el importante papel, en el terreno de los derechos humanos y de las actividades de ayuda, que está desempeñando, aunque esté en minoría, la Iglesia católica en Irak. Muestra de ello --recordó-- ha sido la permanencia de las Misioneras de la Caridad –fundadas por la beata Teresa de Calcuta— en el país durante la guerra.