IUDAD DEL VATICANO, viernes, 18 agosto 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha lamentado el fallecimiento a los 96 años del cardenal Johannes Willebrands, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y ha reconocido el servicio decisivo que ofreció a la reconciliación entre los discípulos de Cristo.
En dos telegramas, enviados el 2 de agosto, día del fallecimiento del purpurado holandés, a su sucesor en el dicasterio vaticano, el cardenal Walter Kasper, y al cardenal Adrianus Johannes Simonis, quien le sucedió como arzobispo de Utrecht, el pontífice ha trazado un breve perfil de esta histórica figura de la Iglesia en el siglo XX.
«Contribuyó a desarrollar e intensificar el diálogo entre todas las Iglesias y comunidades eclesiales», afirma el Santo Padre en su mensaje al cardenal Kasper, añadiendo que «sirvió humildemente a Cristo, respondiendo a su oración por la unidad».
El cardenal Willebrands era el más anciano de los purpurados en vida. Nacido en Bovenkarspel, Holanda, en 1909, habría cumplido 97 años el 4 de septiembre
Ordenado sacerdote a los 24 años, estudió en la Facultad de Filosofía del Pontificio Ateneo «Angelicum» de Roma. Profesor de Filosofía y, después, rector del Seminario mayor de Warmond, en Holanda, manifestó un gran interés por la causa de la unión de los cristianos organizando en 1951 la conferencia católica para las cuestiones ecuménicas.
Juan XXIII le nombró secretario del recién constituido Secretariado vaticano para la Unión de los Cristianos, que durante el Concilio Vaticano II ofreció una contribución importante en la redacción de los documentos relativos al ecumenismo, la libertad religiosa y las relaciones con las religiones no cristianas.
Consagrado obispo en 1964, según informa «Radio Vaticano», promovió numerosas iniciativas ecuménicas y contactos con representantes ortodoxos, anglicanos y luteranos.
En abril de 1969, el Papa Pablo VI le nombró presidente del Secretariado para la Unión de los Cristianos, creándole poco después cardenal.
En 1975 fue nombrado arzobispo de Utrecht y primado de Holanda, manteniendo al mismo tiempo la presidencia del Secretariado vaticano.
Fue, además, presidente de la Conferencia Episcopal de Holanda. Desde 1989 era presidente emérito del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos. Fue Camarlengo del Colegio Cardenalicio.
Con la muerte del cardenal Willebrands el número de cardenales desciende a 190, de los cuales, 120 son electores y 70 no electores (por haber cumplido ochenta años).