STAMBUL, martes, 30 noviembre 2004 (ZENIT.org).- El enviado de Juan Pablo II propuso superar las sospechas entre ortodoxos y católicos al participar este martes en la antigua Constantinopla en las celebraciones del patrono de ese patriarcado ecuménico, san Andrés.
El cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, presidía la delegación vaticana que ha participado en la solemne liturgia presidida por el patriarca Bartolomé I en la catedral de San Jorge.
El purpurado y los demás miembros de la comitiva llegaron a la ciudad turca en el avión que trajo de regreso de Roma al mismo patriarca, quien el sábado pasado recibió de manos del Papa las reliquias de los santos Gregorio Nacianceno y Juan Crisóstomo, sus predecesores en la sede episcopal fundada por el apóstol Andrés.
«Los cristianos, católicos y ortodoxos, debería ir más allá de las sospechas y maledicencias y reconocerse recíprocamente como cristianos», propuso en síntesis el cardenal alemán en el mensaje que dirigió a Bartolomé I, según ha referido «Radio Vaticano».
La entrega de las reliquias de los padres de la Iglesia de Oriente, explicó el purpurado, no ha sido «simplemente un don o un signo de amistad meramente humana».
«Son las reliquias de dos testigos profundamente venerados y de dos maestros de nuestra fe común pertenecientes al primer milenio, una fe a la que han permanecido fieles Oriente y Occidente en el segundo milenio, y que estamos llamados por nuestro Señor común, Jesucristo, a testimoniar juntos en el tercer milenio».
«Lo que nos une es, por tanto, mucho más que una comunión humana, es una comunión en la fe», subrayó el representante del Papa.
A pesar de todo, reconoció, «somos conscientes» de que la comunión entre católicos y ortodoxos «no es todavía comunión plena».
Por tanto, propuso reforzar «nuestra voluntad de avanzar en el camino hacia la plena comunión».
En particular pidió «reactivar sin tardanzas el diálogo teológico internacional», entre ortodoxos y católicos, que se bloqueó a causa de diferencias en torno a los católicos de rito oriental, que profesan fidelidad al obispo de Roma, y que viven en países de mayoría ortodoxa.
En su estancia en Estambul, la delegación vaticana está manteniendo conversaciones con la Comisión Sinodal (ortodoxa) para las Relaciones con la Iglesia Católica.
La fiesta de san Andrés ha estado precedida en Estambul por el encuentro internacional de obispos amigos de los Focolares, entre los que había representantes ortodoxos, luteranos y anglicanos.