ADRID, lunes, 11 junio 2007 (ZENIT.org).- La princesa Alessandra Borghese revela en un nuevo libro «Sed de Dios» (Rialp) su recuerdos personales sobre Juan Pablo II y Benedicto XVI.
«Juan Pablo II fue el Papa de mi generación: siempre me fascinó por su fuerte personalidad», explica esta joven periodista perteneciente a la familia noble italiana de los Borghese.
Sobre Benedicto XVI revela: «Esperaba que lo eligieran: me ofrecía seguridad la idea que fuese él quien velase por la Iglesia con su equilibrio, su preparación, su santidad».
«Benedicto XVI representa para mí la gozosa sorpresa de descubrir a un amigo que se convierte en Papa», afirma.
«La Iglesia se topa con la necesidad de encarar retos muy difíciles, que no sólo atañen a los creyentes católicos, sino a todos los cristianos y a todos los hombres», revela.
«Ahora bien, estamos en buenas manos: el carisma de Pedro, tan bien encarnado en estos dos últimos Papas, puede sernos de gran consuelo, su magisterio nos sirve de punto seguro de referencia».
Borghese colabora con la revista italiana «Gente» y con el periódico «Il Corriere della Sera».