OMA, jueves, 28 junio 2007 (ZENIT.org).- El año dedicado a san Pablo (28 de junio de 2008 a 29 de junio de 2009), proclamado por Benedicto XVI, constituye un acontecimiento «espiritual» para todo el cristianismo.
Es la opinión que ha confiado a Zenit el abad de la Abadía de San Pablo Extramuros, el padre Edmund Power, osb.
El religioso benedictino percibe en el año paulino, que el Papa ha convocado en la tarde de este jueves en la Basílica contigua a la Abadía, «un momento para profundizar en la fe, en la esperanza y en el amor».
«Inspirados en la enseñanza de Pablo», en particular sobre su pasión, muerte y resurrección, «podemos renovar nuestra entrega al mismo Cristo», indica el superior de esta comunidad internacional que cuida la tumba de Pablo, Saulo de Tarso.
El año de san Pablo convocado por el Papa recuerda los dos mil años de su nacimiento Se trata de «un año simbólico», reconoce, pues nadie sabe exactamente cuándo nació.
Este año tendrá una decisiva importancia cultural, afirma el abad, con actividades culturales y académicas, pues «Pablo dejó un cuerpo de escrituras que constituyen, cronológicamente, los primeros libros del Nuevo Testamento».
El religioso espera que muchas diócesis, ciudades, congregaciones, parroquias dedicadas al apóstol de las gentes encuentren maneras particulares de recordar y celebrar a su patrono.