IUDAD DEL VATICANO, martes, 17 julio 2007 (ZENIT.org).- La indemnización que ha ofrecido la archidiócesis de Los Ángeles a las víctimas de actos de pedofilia de sacerdotes es una prueba del compromiso contra estos crímenes, confirma el portavoz de la Santa Sede.
La archidiócesis estadounidense anunció el 15 de julio que había alcanzado un acuerdo para ofrecer 660 millones de dólares a 500 supuestas víctimas de estos abusos.
El arzobispo de Los Ángeles, el cardenal Roger M. Mahony, ofreció su disculpa personal a cada una de las víctimas causadas por cualquier sacerdote, religioso, diácono o laico de la archidiócesis.
Una nota publicada por el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede y director general de «Radio Vaticano», ha explicado que este acuerdo quiere ser también un compromiso para el futuro.
«El acuerdo alcanzado por la archidiócesis de Los Ángeles para indemnizar a un gran número de casos de abuso sexual por parte de sacerdotes, religiosos y laicos de la archidiócesis, acaecidos en las décadas pasadas es una noticia que comprensiblemente ha atraído mucha atención, tanto por el número de casos considerados, como por la cantidad de la indemnización», explica el padre Lombardi.
«Pero --añade--, como ha declarado el cardenal Mahoney, en línea con lo que han dicho en varias ocasiones tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI, la Iglesia ante todo está entristecida por el sufrimiento de las víctimas y de sus familias, por las profundas heridas causadas por los graves comportamientos de algunos de sus miembros, y está decidida a comprometerse de todas las maneras para evitar que se repitan semejantes actos nefandos».
«El acuerdo alcanzado, con los sacrificios que implica, también es un signo de este compromiso, de la decisión de cerrar una página dolorosa para mirar al futuro, prestando atención a la prevención y a la creación de un ambiente cada vez más seguro para los niños y muchachos en todos los ámbitos de la pastoral de la Iglesia», subraya.
«Ahora bien, dado que el problema de los abusos de la infancia y de su adecuada salvaguarda no afecta sólo a la Iglesia, sino a otras muchas instituciones, es justo que también éstas tomen con decisión las medidas necesarias», considera el portavoz vaticano.
«La Iglesia, consciente de su responsabilidad educativa con la juventud, pretende por tanto participar como protagonista en la lucha contra la pedofilia, que por suerte está involucrando sectores más amplios de la sociedad en mucho países del mundo», concluye el padre Lombardi.