CIUDAD DEL VATICANO/NAGASAKI, miércoles, 12 diciembre 2007 (ZENIT.org).- El arzobispo de Nagasaki anticipa que la próxima beatificación de 188 mártires de su circunscripción convocará la mayor asamblea de oración que jamás ha registrado la historia de los católicos en Japón.
Recibido el lunes por Benedicto XVI, con ocasión de la visita «ad limina» del episcopado japonés, monseñor Joseph Mitsuaki Takami trazó en «L'Osservatore Romano» los preparativos de la gran celebración que vivirá la Iglesia en el país asiático el 24 de noviembre de 2008.
El Papa, el pasado 1 de junio, abrió las puertas a la beatificación de los Siervos de Dios Pietro Kibe Kasui -sacerdote jesuita- y 187 compañeros asesinados entre 1603 y 1639 en Japón al autorizar la promulgación del decreto -de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos-- que reconoce estos martirios.
De los 188 mártires, cuatro eran religiosos; «todos los demás laicos, y entre ellos muchas mujeres y niños; entre los creyentes asesinados algunos pertenecían a la casta de los samurai», así que «sabían manejar las armas y habrían podido defenderse», pero «eligieron morir por Cristo», subraya el arzobispo de Nagasaki.
Los primeros misioneros llegaron al sur de Japón en 1549, con San Francisco Javier. «Los comienzos fueron muy alentadores y hubo muchísimas conversiones», pero «la situación empeoró rápidamente con la llegada al poder de los Tokugawa, los "shogun" de Edo, como entonces se llamaba al actual Tokio», apunta monseñor Joseph Mitsuaki Takami.
«Desde 1603 hasta 1639 las persecuciones aumentaron hasta la expulsión de todos los misioneros y el asesinato de los que profesaban la fe en Cristo -explica en la edición del 12 de diciembre del diario de la Santa Sede--. Además todo el archipiélago se cerró a los extranjeros con dos excepciones: holandeses y mercaderes chinos, que estaban emplazados en zonas portuarias de Nagasaki bajo el control directo del poder central».
Más de 450 mil católicos tiene Japón, según las estadísticas de 2006 publicadas por el episcopado del país y difundidas por la agencia especializada en el contexto asiático «AsiaNews.it». Tokio es la archidiócesis con mayor número de fieles, seguida de Nagasaki, Osaka y Yokohama.
Monseñor Joseph Mitsuaki Takami «ruega y espera» que las beatificaciones refuercen la fe entre los católicos. «La cultura predominante empuja a las nuevas generaciones al consumismo y al hedonismo»; «es necesario multiplicar los esfuerzos para transmitir las enseñanzas del Evangelio», admite en las páginas romanas.
Por el número de adhesiones conocidas, ya «se prevé la presencia de cerca de 20 mil fieles» en las beatificaciones del próximo 24 de noviembre, «sin duda la mayor asamblea de oración de nuestra historia de católicos», reconoce el arzobispo de Nagasaki en «L'Osservatore Romano».
La elección de la fecha se debe a que es fiesta nacional en Japón y las oficinas estarán cerradas; comenta además que, como será lunes, muchos fieles podrán llegar a Nagasaki desde otras localidades distantes, aprovechando los días previos festivos.
Entre los celebrantes se contará, lógicamente, el enviado del Papa para la ocasión y «los obispos de nuestro país, pues ha sido la propia Conferencia Episcopal, por primera vez, la que ha promovido la causa de beatificación», recuerda el prelado.
Y confirma la colaboración activa de las autoridades civiles de Nagasaki para fijar el lugar más adecuado para una celebración así, dado que no hay iglesia con capacidad «para acoger una multitud semejante».
Por Marta Lago