ROMA, domingo, 23 diciembre 2007 (ZENIT.org).- Este sábado 48 religiosos de la Congregación de los Legionarios de Cristo recibieron la ordenación sacerdotal en la Basílica de Santa María la Mayor, en una ceremonia presidida por el arzobispo Luigi de Magistris, Pro-Penitenciario Mayor emérito.
Entre los nuevos sacerdotes se encuentran los primeros legionarios de Cristo de Singapur y de El Salvador. Los nuevos sacerdotes provienen de México (19), Estados Unidos (12), España (8), Brasil (4), El Salvador (1), Singapur (1), Chile (1), Francia (1) y Alemania (1).
Les acompañaron el padre Álvaro Corcuera, L.C. director general de la congregación y del Movimiento de apostolado Regnum Christi, unos 700 legionarios que estudian en Roma o que desempeñan su ministerio en Italia, sus familiares, amigos y conocidos, y numerosos miembros del Regnum Christi.
Participaron en la celebración, entre otros, el cardenal Pío Laghi, prefecto emérito de la Congregación para la Educación Católica, el cardenal Giovanni Lajolo, presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El diácono que leyó el evangelio fue el señor Rafael Lara, padre de uno de los nuevos sacerdotes. Hace seis meses padre e hijo habían sido ordenados diáconos en Estados Unidos: el padre, diácono permanente; y el hijo, diácono que hoy se ordenó sacerdote.
En la homilía monseñor De Magistris invitó a los nuevos presbíteros a ser «ministros de la verdad».
«Ser sacerdote de Cristo es ser sacerdote en la Iglesia, con la Iglesia y para la Iglesia -añadió--; como ministros del perdón, nunca digáis "no" a alguien que os pida el sacramento de la confesión; celebrad la Eucaristía como si fuese la primera, la única y la última de vuestra vida».
Finalmente, Mons. De Magistris citó en español un texto del epistolario del fundador de los legionarios de Cristo: «Únete a María y nunca tu sacerdocio será estéril».
El padre Corcuera afirmó por su parte: «Agradecemos a Dios este gran regalo de 48 nuevos sacerdotes y por el bien que podrán traer a tantas almas sedientas del amor de Cristo. Pedimos a Nuestro Señor que hasta el último día de su vida busquen con todas sus fuerzas amar a Cristo, edificar la Iglesia y servir a los hombres. Siempre acompañados por la cercanía de la Santísima Virgen».
Las historias de la vocación de los nuevos sacerdotes pueden encontrarse en www.regnumchristi.org.