CIUDAD DE VATICANO, viernes, 16 mayo 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha invitado a los católicos a comprometerse seriamente en la lucha contra el tráfico de mujeres y niños, con frecuencia víctimas de abusos sexuales.
Es la consigna que dejó este viernes a los obispos de Tailandia con quienes se reunió con motivo de su quinquenal visita «ad limina apostolorum» al Papa y a sus colaboradores de la Curia romana.
Empresarios sin escrúpulos han hecho de Tailandia una de las metas del «turismo sexual», que ofrece la prostitución de mujeres y niños como elemento de atracción.
El pontífice manifestó a los prelados su aprecio por «los esfuerzos de toda la comunidad católica de Tailandia por sostener la dignidad de toda vida humana, especialmente la más vulnerable».
«Algo que os preocupa de modo particular es el flagelo del tráfico de mujeres y niños, y la prostitución --reconoció el Papa--. Sin duda, la pobreza es un factor que está en la base de este fenómeno y en este sentido sé que se ha hecho mucho gracias a los programas de desarrollo de la Iglesia».
Pero el obispo de Roma señaló otro aspecto «que hay que reconocer y afrontar conjuntamente para contrarrestar con eficacia esta aborrecible explotación humana»: «la banalización de la sexualidad en los medios de comunicación y en el mundo del espectáculo que alimentan el declino de los valores morales y conducen a la degradación de la mujer, a debilitar la fidelidad matrimonial y al abuso de los niños».