ROMA, jueves, 29 mayo 2008 (ZENIT.org).- Gracias a Internet es posible una auténtica devoción mariana. Lo ha escrito sor Marie Gannon, salesiana, en un ensayo en la "Revista de Ciencias de la Educación", publicada por la Pontificia Facultad Auxilium de Roma, donde enseña.
Zenit ha querido encontrarla para entender de qué manera María es presentada en Internet. Sor Marie se arriesga en esta entrevista a decir también cuál es el mejor web mariano.
--¿De qué manera podemos subdividir la presencia de María en Internet?
--Sor Gannon: En un reciente ensayo mío sobre el tema de los recursos presentes en Internet para la promoción de una auténtica devoción mariana he subdividido la presencia de María en Internet según tres criterios: la búsqueda mariológica, el culto mariano y la devoción popular a María.
He averiguado que algunos sitios están específicamente en una de estas categorías, mientras otros portales recogen elementos tomados de una combinación de estos criterios.
Los sitios que considero parte de la investigación mariológica incluyen la presencia de páginas preparadas por asociaciones, universidades, centros especializados marianos y también de estudiosos de mariología mientras la cuestión del culto mariano y la devoción popular a María la proponen especialmente movimientos y grupos eclesiales junto a fieles que quieren promover la devoción a la Madre de Dios.
--¿Cuáles son los recursos para promover una auténtica devoción mariana?
--Sor Gannon: Ante todo son aquellos recursos que promueven el correcto conocimiento de toda la riqueza custodiada por la Iglesia en el arco de su historia de los primeros Concilios ecuménicos con el dogma del Theotokos hasta el documento Marialis Cultus de Pablo VI y a la más reciente publicación del libro litúrgico "Misas de la Beata Virgen María" de la
Congregación para el Culto Divino.
Un segundo grupo de recursos, en mi opinión, son los webs que ilustran la misión, la presencia y las intervenciones de María en la historia de la salvación junto a su Hijo Divino.
Como tercera fuente, pienso en los recursos que presentan la historia de los santuarios, de las apariciones y de las oraciones marianas sean las claves para una auténtica devoción a María.
--¿Se arriesgaría a decir cuál es el mejor sitio mariano en la red?
--Sor Gannon: Sí, me parece que el sitio The Mary Page http://campus.udayton.edu/mary/main.html, que se presenta en inglés, francés, español y coreano, está realmente bien hecho y es atractivo para los navegadores.
Este portal ofrece una amplia selección de materiales que incluye informaciones sobre recientes bibliografías, referencias a María en los documentos del Magisterio, acceso al banco de datos de estudios marianos sobre temáticas que varían de la presencia de María en la Sagrada Escritura y la documentación de devociones marianas populares.
Todo está organizado en 30 categorías de enlace que conectan con más de 150 artículos, estudios generales y específicos, obras artísticas, devociones y celebraciones paralitúrgias, poesías y música, películas y vídeo sobre María, sellos y timbres marianos, meditaciones y otros materiales en varias lenguas.
La vastedad siempre creciente del portal refleja el esfuerzo de padre John A. Elbert, que en el año1943 fundó la biblioteca mariana, convencido de que una sana devoción mariana requiere una sana fundación teológica y bíblica.
--¿Cuáles son los temas que prevalecen en estos webs, y cuáles los rasgos de María que suscitan mayor interés?
--Sor Gannon: El tema de María en la historia de la salvación -Madre del Hijo de Dios Jesucristo y Madre de la Iglesia -su Cuerpo Místico- y en la historia de cada persona como potente ayuda, junto a Cristo, para nuestra salvación.
Estas temáticas están presentes y son tres las categorías con las que he iniciado esta entrevista: la investigación mariológica, el culto mariano y la devoción popular a María.
Es particularmente fuerte la presencia de María en la vida cotidiana, en las respuestas que ofrece a la Iglesia y a la sociedad actual con sus apariciones, como en Lourdes y Fátima. Nos toca escucharla y seguir su ejemplo de prontitud y obediencia a la Palabra de Dios, la voluntad que nos salva.
Por Miriam Díez i Bosch