ROMA, miércoles, 28 mayo 2008 (ZENIT.org).- La situación de la Iglesia en China está llena de "signos de esperanza", sostiene el cardenal Ivan Dias, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El purpurado lo afirmó el sábado en la homilía de la concelebración eucarística que presidió en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma con motivo de la primera Jornada Mundial de Oración por la Iglesia en China, convocada por Benedicto XVI en su Carta a los Católicos Chinos .
"En el pasado ha habido sufrimientos para nuestros hermanos y nuestras hermanas en China", subrayó el cardenal --según cita el diario de la Santa Sede "L'Osservatore Romano"--, pero ahora ha llegado el momento de "perdonar, mirar adelante y orar por una Iglesia de nuevo en fraternidad y en paz. Hoy hay signos de esperanza para el futuro de la Iglesia en China".
La Misa en la Basílica, durante la que se rezó en italiano y en chino, "puede ser considerada la primera reunión nacional de la comunidad china en Italia", recalca el diario, recordando que la comunidad según las estimaciones del informe Caritas-Migrantes está compuesta por tres mil fieles (sobre un total de 180.000 inmigrantes).
En la celebración, a la que asistieron cerca de quinientas personas, el cardenal Dias estuvo acompañado por una decena de sacerdotes chinos.
Según el purpurado indio, signos de esperanza para que se "reconstituya una Iglesia en China" han sido "el bello gesto del concierto de la Orquesta Filarmónica China ofrecido al Papa hace algunas semanas" y el "pensamiento afectuoso de Benedicto XVI por el pueblo chino", así como el augurio hecho para las próximas Olimpiadas.
Frente a la catástrofe del terremoto que ha devastado la región de Sichuan, provocando al menos 60.000 muertos, el cardenal observó que en el Paraíso "no habrá católicos oficiales y clandestinos, porque seremos todos hijos de Dios. El Papa quiere que esta unidad se vea también en esta tierra".
"Hay dos dimensiones en nuestra vida de cristianos -añadió--: no debemos sólo vivir nuestra fe, sino hacer también que los otros puedan ver nuestra fe".
Tras la Misa, los fieles rezaron la Oración que Benedicto XVI escribió para el 24 de mayo, día en el que los chinos festejan a Nuestra Señora Auxilio de los Cristianos, venerada en el Santuario de Sheshan, cerca de Shanghai.
Traducido del italiano por Nieves San Martín