Alfa & Omega, 26/03709 - Por el Estudio Taller de Conservación y Restauración del Patrimonio Histórico-Artístico de la Iglesia, de la Fundación Nuestra Señora de la Almudena, han pasado verdaderas obras de arte sacro, como el retablo de la Virgen de la Almudena -con tablas del siglo XVI, de Juan de Borgoña-, en la catedral de Madrid, o el retablo mayor de la capilla del Seminario Conciliar de Madrid, restaurado recientemente. Entre las esculturas restauradas, podrían destacarse la imagen de Santa María la Real de la Almudena, Patrona de Madrid, del siglo XVI. O el Cristo crucificado, de Juan de Mesa, del siglo XVII, que preside el presbiterio de la catedral de la Almudena.
La madrileña iglesia de San Ginés es otro conocido templo que custodia obras importantes restauradas en el taller. Es el caso del San José, de Juan de Adán, del siglo XVII, o el Santísimo Cristo de la Salud, de Nicola Fumo, de finales del siglo XVII. Éstas y muchas otras de las obras restauradas y conservadas por el taller se pueden encontrar en la página web:
www.archimadrid.es/tallerrestauracion
La peculiaridad del arte sacro
Tratar retablos, esculturas y pinturas de arte sacro no es tarea fácil. Quienes trabajan en el estudio taller de restauración de la Fundación Nuestra Señora de la Almudena confiesan que su fe les ayuda mucho en su trabajo. Saben reconocer que estas piezas transmiten un mensaje especial a quienes las contemplan, el mensaje de la Palabra de Dios, y que lo hacen a través de su belleza, de la expresión de los rostros, de los gestos de las imágenes...
A veces, les llegan obras no muy bien realizadas estéticamente, pero, sin embargo, capaces de mover a una gran devoción, ya que, como cuenta el director del taller, don Raimundo Cruz, «esas obras tienen algo especial. No es fácil explicar qué es exactamente, pero sí se puede sentir», y «quienes las crearon se guiaron por esa fe». Conscientes de que no se trata sólo de arte, se valora en el taller mucho la colaboración especial de un sacerdote de la parroquia Nuestra Señora de los Apóstoles, de Madrid, quien, además de sumarse a ellos como restaurador, ejerce como consejero espiritual.
V. Gutiérrez