ROMA, jueves 2 de julio de 2009 (ZENIT.org).- Una recopilación de las últimas veinte catequesis de Benedicto XVI sobre San Pablo fue presentada este martes en Roma.
La Librería Editora Vaticana ha editado el libro, titulado “L' Apostolo Paolo, catechesi paoline” (“El Apóstol Pablo, catequesis Paulinas”).
“No se trata de una recopilación miscelánea, sino de todo un orgánico, correspondiente a un plano cuidadosamente estudiado”, aseguró el presidente de la Gobernación del Estado Ciudad del Vaticano, el cardenal Giovanni Lajolo, en la presentación de este volumen.
El libro presenta la figura de San Pablo en su contexto histórico, religioso y cultural.
El Papa desarrolla un análisis de diversos momentos de su vida así como de diferentes temas filosóficos de su pensamiento.
El cardenal se refirió también a la cristología paulina, de la que el Papa destaca tres perspectivas: preexistencia y encarnación de Cristo, teología de la cruz y resurrección definitiva.
Justificación, doctrina mosaica y escatología
El Papa dedica dos capítulos al tema de la justificación: de las obras a la fe y de la fe a las obras.
La cuestión de la justificación responde a la pregunta: ¿Cómo se hace justo el hombre a los ojos de Dios?
En sus catequesis, Benedicto XVI explica que las interpretaciones erróneas de las cartas de San Pablo han provocado divisiones en la Iglesia.
En este sentido, se refiere a Martín Lutero, que sostenía que el hombre estaba justificado sólo por la fe, sin necesidad de las obras.
El Papa también describe el contexto cultural en el que vivió el apóstol de las gentes.
La ley mosaica constituía como un “muro” contra la presión cultural del mundo pagano, que afectaba a la identidad judía y a la fe en un solo Dios.
Esta ley sufre una transformación radical con la venida de Cristo. “Con ésta, el Dios de Israel se convierte en el Dios de todos los pueblos”, explicó el cardenal.
El Papa afirma en una de sus catequesis que ella “garantiza nuestra identidad en la diversidad de las culturas”.
Otro tema tratado y explicado por el Papa es el de la escatología descrita por Pablo:
“Con acentos más vivos que nunca y con imágenes simbólicas que transmiten un mensaje simple y profundo: al final estaremos siempre con el Señor”, señala.
Por eso como creyentes “nuestro futuro, la vida eterna ha ya comenzado”.
El concilio de Jerusalén
En sus catequesis, el Papa se refiere también a la relación de San Pedro y San Pablo y al incidente ocurrido en Antioquía narrado por Pablo en la Carta a los Gálatas.
“Pedro, junto con los de Antioquía, compartía como lo hacía antes, la mesa con los paganos, sin observar la ley mosaica sobre la comida”, explicó el cardenal.
“Pero debido a la llegada de otros cristianos, que en cambio eran observantes, con el fin de no escandalizarlos sino más bien de atraerlos, evitaba el contacto en la mesa con los paganos”, añadió.
El Papa trata así el tema de la libertad cristiana, objeto de debate en el Concilio de Jerusalén, “que encuentra sus orientaciones en la fe en Cristo y se concretiza en el servicio a los hermanos”.
Benedicto XVI dedicó también una audiencia a las cartas a los Colosenses y a los Efesios.
Ambas cartas tienen muchos elementos en común en cuanto al lenguaje, la concepción de Cristo como jefe de la Iglesia y vértice del cosmos, y en presentar una serie de normas a los miembros de esta familia.
Por Carmen Elena Villa