CIUDAD DEL VATICANO, martes 17 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- Se estima que en la Iglesia católica hay alrededor de 1,3 millones de personas sordas, a menudo con dificultades para participar plenamente en la práctica espiritual y en la vida concreta de sus comunidades.
Así lo afirmó monseñor Zygmunt Zimowski, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, al presentar esta mañana en el Vaticano la XXIV Conferencia Internacional sobre el tema “Effetà, la persona sorda en la vida de la Iglesia”.
Este congreso, que organiza este dicasterio vaticano, tendrá lugar a partir del jueves en el Aula del Sínodo del Vaticano, y contará con la participación de casi 500 personas procedentes de 67 países de todo el mundo.
Según explicó el prelado, las personas con déficit auditivo tienen problemas para una participación satisfactoria en la vida social, en la escuela, en el mundo del trabajo y a la hora de crear una familia.
En los países ricos hay un niño sordo por cada mil, pero el problema es más grave en los países pobres, donde está el 80% de las personas sordas del mundo. En estos casos, muchas veces la sordera se produce por una atención sanitaria insuficiente y por la escasez de medicamentos.
Monseñor Zimowski subrayó la necesidad de ayudar a las personas con este problema, precisamente en un momento en que “el mundo ha empezado a superar los prejuicios y las supersticiones ligadas a las discapacidades físicas”.
Dentro de la Iglesia, la sordera implica “dificultades para participar plenamente, impidiendo así la posibilidad para estas personas de crecimiento en la vida espiritual y en la práctica religiosa, pero también supone la falta de su contribución en términos de vitalidad y riqueza en la propia Iglesia”.
Recordando unas palabras de Juan Pablo II durante el Jubileo del 2000, el prelado explicó la importancia de “encontrar espacio para los sordos en la Iglesia”, más allá de la atención y del voluntariado, para conseguir “una integración real”.
“Este es el objetivo de este congreso”, concluyó.
Los trabajos del Congreso comenzarán el jueves 19 en el Aula del Sínodo, y abordarán desde varias perspectivas (psicológica, médica, sociológica y pastoral) el problema de la sordera.
El viernes 20, está previsto que los participantes en el congreso sean recibidos en audiencia por el Papa Benedicto XVI.