ESTAMBUL, lunes 30 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI pide al Patriarca Bartolomé I de Constantinopla que ambos, católicos y ortodoxos, puedan trabajar juntos
y dar un mayortestimonio común, aunque no se haya alcanzado aún la comunión plena entre ambas Iglesias.
Así lo expresa en un largo mensaje, enviado al Patriarca Ecuménico a través del presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cardenal Walter Kasper.
El purpurado se encuentra hoy en Estambul, al frente de una delegación de la Santa Sede, con motivo de la fiesta del Apóstol San Andrés, patrono de las Iglesias orientales.
Benedicto XVI pide en su mensaje seguir avanzando en el camino hacia la comunión plena, con convicción “a pesar de las dificultades”, y superando las heridas del pasado.
“Nuestra creciente amistad, nuestro respeto recíproco, nuestra voluntad de encontrarnos y de reconocernos unos a otros como hermanos en Cristo no deberían ser obstaculizados por cuantos permanecen anclados en en recuerdo de diferencias históricas: esto les impide abrirse al Espíritu Santo, que guía a la Iglesia y que es capaz de transformar todas las debilidades humanas en oportunidades para el bien”, afirma.
Especialmente, anima a proseguir el diálogo abierto en la reunión de la Comisión Mixta Católico-Ortodoxa en Chipre el pasado mes de octubre, en la que se reflexionó sobre el papel del Obispo de Roma en el primer milenio cristiano, antes del Gran Cisma.
Este tema, admite el Papa, “es ciertamente complejo y requerirá un estudio amplio y un diálogo paciente, si queremos aspirar a una integración compartida de las tradiciones de oriente y occidente”.
Explica que para la Iglesia católica, el ministerio petrino es “un don del Señor a su Iglesia”, que “no debe ser interpretado desde una perspectiva de poder, sino más bien en el ámbito de una eclesiología de comunión, como servicio a la unidad en la verdad y en la caridad”.
“Se trata de buscar juntos, dejándonos inspirar por el modelo del primer milenio, las formas en las cuales el ministerio del Obispo de Roma pueda realizar un servicio de amor reconocido por todos”, añadió.
Testimonio común
Mientras esta comunión plena no se haya alcanzado, es importante sin embargo ir mostrando ante la sociedad un mayor testimonio común, “cooperando al servicio de la humanidad”, afirma el Papa.
Católicos y ortodoxos deben colaborar “en la defensa de la dignidad de la persona humana, en la afirmación de los valores morales fundamentales, en la promoción de la justicia y de la paz y en dar respuesta al sufrimiento que sigue afligiendo a nuestro mundo, en particular al hambre, a la pobreza, al analfabetismo y a nuestra no equitativa distribución de los recursos”.
Otro campo de cooperación, apunta el Papa, es la cuestión del medio ambiente: “nuestras Iglesias pueden trabajar juntas para llamar la atención sobre la responsabilidad de la humanidad hacia la tutela de la Creación”.
En este sentido, el Papa muestra su apoyo a las iniciativas emprendidas por Bartolomé I, y especialmente a su participación en el simposio internacional sobre “Religión, Ciencia y Medio Ambiente”, dedicado al río Mississippi, el pasado mes de septiembre.