CIUDAD DEL VATICANO, lunes 28 de junio de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI insistió hoy en la importancia del diálogo emprendido con los ortodoxos sobre el primado petrino, de cara a la consecución de la unidad entre los cristianos.
Así lo manifestó a la Delegación enviada por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que se encuentra en Roma para celebrar la Solemnidad de san Pedro y san Pablo, una de las fiestas más antiguas de la cristiandad, común a Oriente y a Occidente.
La Delegación está encabezada por el Metropolita de Sassima, Genadio (Limouris), que es también Co-Secretario de la comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto.
También participan en ella el obispo de Arianzós, Bartolomé (Ioannis Kessidis), y el diácono Theodoros Meimaris, de la Sede patriarcal del Fanar.
Dirigiéndose directamente al Metropolita Genadio, el Papa afirmo que la Comisión mixta “se encuentra en un punto crucial, después de haber comenzado a discutir, el pasado octubre en Paphos, sobre el papel del obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio".
El Papa auguró que los miembros de la Comisión “continúen por este camino durante la próxima reunión plenaria que se celebrará en Viena, y dediquen el tiempo necesario para el estudio a fondo de este asunto tan delicado e importante”.
“Para mí es un signo alentador que el patriarca ecuménico Bartolomé I y el Santo Sínodo de la Constantinopla compartan nuestra firme convicción de la importancia de este diálogo”, afirmó el Papa.
Por otro lado, aludió a la próxima celebración del Sínodo especial para Oriente Medio, en el que “el tema de la cooperación ecuménica entre los cristianos de esta región volverá a recibir gran atención”.
Este tema, explicó, “se destaca en el Instrumentum laboris, que entregué a los obispos católicos de Oriente Medio durante mi reciente visita a Chipre, donde fui recibido con gran calidez fraterna por Su Beatitud Crisóstomo II, el Arzobispo de Nea Justiniana y de Toda Chipre”.
En este sentido, valoró mucho el hecho de que habrá una Delegación fraterna enviada por el Patriarca Ecuménico Bartolomé I.
“Las dificultades que los cristianos de Oriente Medio están experimentando son en gran medida comunes a todos: vivir como una minoría, y el anhelo por una auténtica libertad religiosa y por la paz”.
“El diálogo es necesario con las comunidades islámica y judía”, subrayó Benedicto XVI.
El Papa concluyó reconociendo que las relaciones entre ortodoxos y católicos “se caractericen por sentimientos de confianza mutua, estima y fraternidad, como ha sido ampliamente atestiguado en las numerosas reuniones que han tenido lugar ya en el transcurso de este año”.
“Todo esto da motivos para la esperanza de que el diálogo católico-ortodoxo también seguirá progresando a buen ritmo”, agregó.