CIUDAD DEL VATICANO, jueves 1 de julio de 2010 (ZENIT.org).- El Papa acogió la renuncia del cardenal Walter Kasper al encargo de presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, presentada por haber alcanzado el límite de edad.
Para sucederle en ese cargo ha llamado a monseñor Kurt Koch, hasta ahora obispo de la diócesis suiza de Basilea, elevándolo al mismo tiempo a la dignidad de arzobispo, informó este jueves la Oficina de Información de la Santa Sede.
Monseñor Koch ya formaba parte de este consejo pontificio desde el año 2002. También ha sido miembro de la comisión internacional para el diálogo teológico entre las Iglesias ortodoxas y la Iglesia católica romana, así como de la comisión internacional católica-luterana para la unidad.
De hecho, el ecumenismo ha sido un aspecto central de sus trabajos teológicos y de su actividad episcopal, junto al de la transmisión de la fe.
El arzobispo ha dejado Basilea y se encuentra ya en Roma, donde hoy mismo comienza su nueva misión.
Nacido el 15 de marzo de 1950 en la localidad suiza de Emmenbrücke, monseñor Koch fue ordenado sacerdote para la diócesis de Basilea en 1982.
En 1995 fue nombrado obispo de Basilea, la mayor diócesis suiza, y el 6 de enero de 1996, el papa Juan Pablo II le consagró obispo. Entre 2007 y 2009, presidió la Conferencia Episcopal Suiza.
En una carta personal sobre su nombramiento publicada en la web de la diócesis de Basilea, el nuevo presidente del consejo para el ecumenismo afirma que acoge con satisfacción esta labor y espera poder servir con todas las fuerzas de las que dispone a los desafíos del ecumenismo y las relaciones religiosas con el judaismo, “que se han hecho tan importantes desde el Concilio Vaticano II”.
“La unidad de los cristianos -escribe- es en efecto una misión confiada por el mismo Jesucristo, y su urgencia, así como sus dificultades, son hoy en día manifiestas”.
En la misiva, el arzobispo explica que ya en febrero, el Papa Benedicto XVI le preguntó si estaría dispuesto a asumir esta responsabilidad.
“En esa ocasión -recuerda-, él desatacó lo importante que era para él que esta tarea se encargara de nuevo a alguien que conociera las Iglesias y las comunidades eclesiales de la Reforma no sólo por los libros, sino por una experiencia directa”.
En referencia al cargo que va a ocupar, monseñor Koch se muestra “consciente del gran honor y de la gran responsabilidad que el Papa me ha confiado” y le agradece su confianza.
También muestra su reconocimiento por “el trabajo importante y seguro efectuado durante estos últimos años por el cardenal Walter Kasper, que yo continúo”.
Concretamente subraya que ha establecido “un diálogo ecuménico creíble y sincero, tanto a nivel teológico y espiritual como en la experiencia vivida”.
En 2007, monseñor Koch escribió, en una introducción a un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que “la mayor dificultad actual del diálogo ecuménico reside en la disparidad de puntos de vista sobre la comprensión de la Iglesia”.
En su carta, muestra también su deseo de, “por mi respuesta a la llamada del Santo Padre, poder contribuir a las mejores relaciones entre las Iglesias locales en Suiza y la responsabilidad del Papa por la Iglesia universal”, añadió, reconociendo haber podido observar en la Iglesia en Suiza “un clima cada vez más 'anti-romano'”.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Suiza mostró hoy su alegría por el nombramiento de monseñor Koch al frente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Un comunicado firmado por el presidente del episcopado, monseñor Norbert Brunner, destaca que “ahora en el ámbito mundial monseñor Kurt Koch podrá aportar sus brillantes competencias teológicas y sus finos conocimientos en las relaciones ecuménicas, las cuestiones sociales y las relaciones entre Iglesia y Estado”.
El pasado 25 de junio, el cardenal Kasper ya había anunciado en rueda de prensa su retiro del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, destacando que ejercer ese encargo ha sido “comprometedor” y “apasionante” (Cf. Zenit 25 de junio de 2010).
El consejo pontificio para el ecumenismo tiene dos funciones: promover el verdadero espíritu ecuménico dentro de la Iglesia católica y fomentar las relaciones con las Iglesias y comunidades cristianas para buscar la unidad plena, en particular, a través del diálogo de vida, espiritual y teológico.