"Sigo con profunda preocupación --afirmó el papa- la escalada de violencia entre judíos y palestinos de la Franja de Gaza. Junto a mi oración por las víctimas y por quienes sufren, siento el deber de reafirmar una vez más que el odio y la violencia no son la solución de los problemas".
"Además apoyo las iniciativas y los esfuerzos de quienes están intentando obtener una tregua y de promover las negociaciones".
"Exhorto también a las autoridades de ambas partes a tomar decisiones valientes a favor de la paz y a poner fin a un conflicto con repercusiones negativas en todo Medioriente, mortificado por demasiados enfrentamientos y necesitado de paz y de reconciliación", concluyó Benedicto XVI.
Traducido del italiano por H. Sergio Mora